La tarde del lunes 15 de septiembre comenzó con dos imágenes opuestas en Nuevo León: mientras en San Pedro una osa y sus crías sorprendían a vecinos trepando árboles y caminando por las calles, en Santa Catarina la indignación ciudadana crecía frente al centro comercial Paseo Santa Catarina. El motivo: el sacrificio de 70 perros en el Centro de Bienestar Animal municipal.
La concentración
Hacia las 18:00 horas, grupos de vecinos, familias completas y activistas comenzaron a congregarse en la explanada frente a la plaza comercial. Algunos llegaban con pancartas improvisadas: “Fuera Mataperros”, “Quien maltrata a un animal no merece libertad” y “No al maltrato animal”. Otros, con fotografías de perros rescatados.
“Venimos en paz, sólo a exigir justicia por los perritos”, se oía en los vídeos compartidos en redes sociales, mientras se veía como poco a poco más personas se iban sumando.
La escena, que arrancó con decenas de personas, pronto se convirtió en cientas que se acomodaron sobre la Avenida Manuel Ordóñez, cerrada parcialmente por las mismas autoridades municipales.
El avance hacia el centro
Alrededor de las 19:00 horas, el contingente tomó rumbo hacia la Presidencia Municipal, ubicada a poco más de un kilómetro y medio. La caminata, que se esperaba pacífica, pronto se topó con vallas metálicas y cercos de policías locales.
Testigos narraron forcejeos y bloqueos que obligaban a los manifestantes a desviarse o caminar por tramos largos a pie. “La policía me cerró el paso, no nos dejaban llegar, cerraron avenidas… parecía que querían ahogar la protesta”, denunció el activista Alexs Ventura.
Aun con las trabas, la multitud logró avanzar. En el trayecto se reportaron cuatro detenciones y un estallido de petardo que generó pánico. La tensión escaló al llegar a la zona centro: elementos antimotines rociaron gas lacrimógeno para dispersar al grupo. Entre los afectados, denunciaron, estuvo incluso un perro que acompañaba la marcha.
“Esto es represión”
La presencia de activistas como Patricio “Pato” Zambrano y la diputada local Marisol González visibilizó aún más los reclamos. Ambos denunciaron públicamente el uso excesivo de la fuerza.
“Una petición tan simple como proteger a los animales terminó en violencia. Esto es represión”, declaró Zambrano.
Ventura, por su parte, responsabilizó directamente al alcalde Jesús Nava: “Hoy Santa Catarina impidió a sus ciudadanos manifestarse. Nos agredieron, cerraron calles, usaron gas y armas largas para intimidar”.
Las imágenes circularon de inmediato en redes sociales: policías encañonando, personas subidas a patrullas a la fuerza, civiles infiltrados intentando intimidar y hasta perros entrenados para hostigar a los asistentes.
La protesta eclipsa la fiesta
El escándalo alcanzó a los preparativos patrios. La agrupación musical “El Plan” y la cantante “La Morocha” anunciaron la cancelación de su participación en los festejos del Día de la Independencia en Santa Catarina.
“Expresamos nuestra solidaridad con la defensa de los derechos y la protección de los animales. Por este motivo, hemos decidido cancelar nuestra participación”, señalaron en un comunicado.
En paralelo, los manifestantes decidieron montar su propio “Grito” frente a la Presidencia Municipal. Esta vez, las arengas no evocaron a Hidalgo o Morelos, sino a los animales sacrificados: “¡Vivan los perritos!”. “¡Justicia!”.
El eco de esas consignas opacó la ceremonia oficial y marcó un quiebre simbólico: el grito ciudadano contra la violencia animal sustituyó al grito institucional.
El alcalde, en otra sintonía
Mientras tanto, en redes sociales, el alcalde Jesús Nava parecía vivir en una realidad alterna. Horas después de la represión, publicó un mensaje que hablaba de unidad familiar, fe y esperanza en un mejor futuro.
“En estos tiempos difíciles, en los que se busca difamarnos con mentiras, reafirmamos lo más valioso que tenemos: nuestra unión familiar y nuestra fortaleza como comunidad”, escribió.
El tono, ajeno a lo ocurrido en las calles, desató una ola de respuestas. Entre críticas y burlas, un mote se repitió sin descanso en los comentarios: “mataperros”.
Epílogo de una jornada
Lo que empezó como una manifestación para exigir justicia por los animales sacrificados terminó como un espejo de descontento social. Cuatro detenidos, gas lacrimógeno, perros agredidos, activistas reprimidos y un grito alternativo son el saldo de una jornada que, paradójicamente, coincidió con una imagen de la naturaleza en San Pedro: una osa y sus oseznos caminando en libertad.
En Santa Catarina, en cambio, la voz ciudadana salió a las calles para recordar que la libertad también se exige ladrando.