Mientras la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, acusa sin fundamento al partido Movimiento Ciudadano de postular a presuntos delincuentes, una revisión al historial de su propio entorno político revela una alianza incómoda y profundamente cuestionable: la que mantiene con Fernando “El Pulpo” Remes Garza, alcalde de Poza Rica y exconvicto por robo y desmantelamiento de vehículos.

El nombre de Remes, exbeisbolista profesional, reapareció en diciembre del año pasado en la opinión pública luego de que su rancho “La Muralla”, en la comunidad de Barra de Cazones, fuera cateado por elementos de la Sedena y la policía municipal, tras reportes de posibles fosas clandestinas. La finca, atribuida directamente al alcalde morenista, fue señalada por colectivos de madres buscadoras como un posible centro de inhumaciones ilegales.

La gobernadora minimizó el hecho. “No hay que especular”, declaró ante la prensa, aunque al mismo tiempo demandó explicaciones cuando se trató de criticar a otros partidos. Lo que omite, sin embargo, es que Remes Garza ya había sido detenido en marzo de 1989, junto con al menos cinco cómplices, por robo y desmantelamiento de tractocamiones en su propiedad, el rancho “El Coyote”, ubicado en Tihuatlán.

Un historial criminal documentado

En ese entonces, como lo documentó el periódico La Opinión, “El Pulpo” fue detenido por la policía intermunicipal al ser sorprendido en su propiedad mientras supervisaba el desmantelamiento de un tráiler robado. Fotografías de la época muestran el taller clandestino y al entonces detenido Remes Garza.

La nota advertía ya sobre su influencia política y los intentos de ocultar el caso. Treinta y seis años después, el mismo personaje gobierna Poza Rica bajo el respaldo de Morena y con el apoyo directo de Rocío Nahle.

Corrupción familiar, negocios privados

Más allá del escándalo del rancho, la administración de Remes ha sido señalada por nepotismo, enriquecimiento ilícito y corrupción. Su familia se ha beneficiado directamente de contratos del ayuntamiento: desde su hija, Diana Remes Oropeza, presidenta del DIF municipal, hasta su yerno, quien ha recibido contratos millonarios como proveedor.

Su hijo, Fernando Remes Jr., ha sido visto conduciendo automóviles de lujo valuados en más de cuatro millones de pesos, lo que ha generado indignación en una ciudad asfixiada por la basura, el abandono de servicios públicos y la creciente inseguridad.

La concesión del servicio de recolección de basura a la empresa Discricar y la extensión del contrato de parquímetros a favor de SM Vial, vinculada al hijo del alcalde, son apenas una muestra de lo que militantes de Morena ya califican como “el saqueo más descarado en la historia de Poza Rica”.

¿Doble moral en Morena?

A pesar de esta larga lista de acusaciones, Rocío Nahle ha mantenido respaldo público al alcalde. En contraste, ha lanzado acusaciones contra partidos opositores como Movimiento Ciudadano por presuntamente postular a perfiles cuestionables, sin presentar prueba alguna.Para ciudadanos, activistas y militantes críticos dentro del propio Morena, el mensaje es claro: en Veracruz, la lucha contra la corrupción parece tener un doble rasero.