Habitantes, pescadores, salineros y agricultores de las comunidades cercanas a la Laguna de Cuyutlán, en Colima, denunciaron que la consulta pública del proyecto Desarrollo del Puerto Nuevo Manzanillo, en el Vaso II de la Laguna de Cuyutlán”, implementada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se llevó a cabo de forma irregular y excluyente, impidiendo la participación de gran parte de la población afectada.

El proyecto, promovido por la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) Manzanillo, busca ampliar la capacidad del puerto más importante del Pacífico mexicano. Sin embargo, el proceso de consulta pública, que es obligatorio por ley antes de aprobar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), se realizó únicamente en línea, sin mecanismos presenciales que garantizaran el acceso a comunidades rurales con baja conectividad.

De acuerdo con la Gaceta Ecológica de la Semarnat, la consulta se abrió del 1 de septiembre al 8 de octubre de 2025, con un horario limitado de 9:00 a 14:00 horas en días hábiles. La MIA estuvo disponible solo en la Oficina de Representación de la Semarnat en Colima, ubicada a más de 50 kilómetros del municipio de Armería, lo que representa hasta dos horas de traslado por carretera.

Procesos digitales inaccesibles

Organizaciones como Salvemos Cuyutlán denunciaron que el formato digital impidió la participación efectiva de sectores vulnerables como pescadores, adultos mayores y agricultores, quienes no cuentan con acceso a internet ni con los conocimientos técnicos para navegar la plataforma de la Semarnat.

El colectivo documentó fallas constantes en el sistema, como errores al subir comentarios, pérdida de información y restricciones en el tamaño de archivos, lo que imposibilitó que la ciudadanía aportara observaciones completas. “Estos fallos vulneran el principio básico de una consulta pública efectiva”, señalaron en un comunicado.

De acuerdo con datos del INEGI, solo el 32 por ciento de las viviendas en Armería tiene conexión a internet y menos del 20 por ciento cuenta con una computadora, lo que refuerza las críticas sobre la falta de accesibilidad del proceso.

Riesgo para la tradición salinera

La ampliación del puerto amenaza con modificar el equilibrio ecológico de la Laguna de Cuyutlán, donde por más de cinco siglos se ha producido sal de manera artesanal, principal fuente de ingreso para la comunidad de Cuyutlán.

Este poblado fue postulado en 2024 por la Secretaría de Turismo estatal al reconocimiento Best Tourism Villages de la Organización Mundial del Turismo (ONU), debido a su modelo de desarrollo sustentable. Sin embargo, de aprobarse la expansión portuaria, las salinas y el ecosistema lagunar podrían verse seriamente afectados.

La Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto reconoce impactos de “magnitud alta”, como la modificación del fondo lagunar, pérdida de vegetación y transformación del paisaje.

Obras iniciadas sin autorización ambiental

Organizaciones locales señalaron además que los trabajos de dragado comenzaron desde enero de 2025, antes de que se emitiera una autorización ambiental o se concluyera la consulta pública, lo que constituye una violación a la normatividad vigente.

También denunciaron una “fragmentación artificial” del proyecto, ya que la ASIPONA estaría tramitando distintas Manifestaciones de Impacto Ambiental para obras complementarias, como el muro perimetral del Vaso II, con el fin de evitar una evaluación integral de los impactos acumulativos.

Exigen detener la expansión portuaria

Las comunidades exigieron a la Semarnat suspender el proceso hasta garantizar una consulta pública presencial, accesible y transparente. Pidieron además que se hagan públicas todas las observaciones recibidas a través del portal y que se atiendan primero los problemas ambientales derivados de la expansión anterior del puerto, entre ellos la contaminación marina, el colapso vial y la pérdida de biodiversidad.

“Solicitamos que no se apruebe este proyecto hasta que se resuelvan los daños socioambientales ya existentes y se modifique su diseño para hacerlo realmente sustentable”, expresaron los habitantes en un posicionamiento conjunto.

La Semarnat no ha emitido una respuesta pública sobre las denuncias ni sobre las irregularidades señaladas en el proceso de consulta.