Pese a las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien aseguró que “ha bajado la informalidad, incluso este año que hemos tenido todos los problemas de los aranceles”, las cifras oficiales cuentan otra historia: la informalidad laboral y económica en México ha aumentado en los últimos años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La afirmación de la mandataria, realizada recientemente en un acto público, se contrapone con datos que muestran una tendencia contraria. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la tasa de informalidad laboral subió 0.5 puntos porcentuales en el último año, al pasar de 54.4% en mayo de 2024 a 54.9% en mayo de 2025.
En el contexto de las nuevas tensiones comerciales con Estados Unidos, tras la llegada de Donald Trump a la presidencia en enero de 2025 y la entrada en vigor de nuevos aranceles en marzo, la informalidad no ha mostrado un descenso. De hecho, entre noviembre de 2024 y mayo de este año, la tasa se ha mantenido relativamente estable, aunque con un incremento marginal de 0.3 puntos porcentuales, lo que desmiente la versión de una baja significativa.
Los Censos Económicos 2024, dados a conocer por el INEGI el pasado 24 de julio, refuerzan la tendencia al alza. En 2023, se contabilizaron 3.5 millones de unidades económicas operando en condiciones de informalidad, lo que representó un incremento de 1.7 puntos porcentuales respecto a 2018: el porcentaje pasó de 62.6% a 64.3%.
Estas unidades económicas, según la metodología del INEGI, son principalmente establecimientos con local fijo que desarrollan actividades productivas o de servicios, pero que no cumplen con los requisitos legales o fiscales para ser consideradas formales.
En términos macroeconómicos, la informalidad también ha ganado terreno. La participación de la economía informal en el Producto Interno Bruto (PIB) pasó de 22.8% en 2018 a 24.8% en 2023, un aumento de dos puntos porcentuales que evidencia su creciente peso en la economía nacional.
Así, tanto los indicadores laborales como los económicos contradicen la afirmación de una supuesta disminución en los niveles de informalidad. Por el contrario, los datos oficiales muestran que este fenómeno persiste y se ha intensificado en los últimos años.