Pese a la afirmación de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre una supuesta disminución en los homicidios dolosos en Tabasco, los datos del propio gobierno federal muestran lo contrario. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre enero y junio de 2025 se reportaron 435 víctimas de este delito, exactamente la misma cantidad que en el mismo periodo del año anterior.
La cifra no solo contradice la versión de la mandataria, sino que confirma un máximo histórico en el registro de homicidios en el estado, situación que se repite por segundo año consecutivo.
La declaración de Sheinbaum ocurrió durante su conferencia de prensa matutina del 17 de julio, al responder una pregunta sobre los presuntos vínculos del exgobernador de Tabasco y actual senador de Morena, Adán Augusto López Hernández, con el exsecretario de Seguridad estatal Hernán Bermúdez, prófugo de la justicia por su presunta relación con el grupo criminal “La Barredora”.
“El número de homicidios en Tabasco era bajo hasta cierta fecha… ha de haber sido 2021, 2022, que entra el gobernador Merino, que se viene una ola de más violencia”, declaró la presidenta, en alusión a la transición entre López Hernández y Carlos Manuel Merino.
Sin embargo, los registros muestran que la violencia homicida tuvo un repunte desde 2019, primer año de la administración de López Hernández, cuando se reportaron 367 víctimas, 43% más que en 2018. A partir de entonces se observó una tendencia a la baja, que se rompió en 2024, último año de gobierno de Merino, cuando los asesinatos repuntaron hasta alcanzar 435 víctimas.
El mismo nivel se mantuvo en el primer semestre de este año, lo que representa un incremento del 69.9% respecto a 2018, previo al gobierno morenista.
En junio pasado, el centro de análisis México Evalúa advirtió que Tabasco registró apenas una reducción marginal en los homicidios, y advirtió que esa tendencia podría revertirse en cualquier momento. Incluso, con datos hasta mayo de este año, ubicó al estado como el cuarto con mayor tasa de víctimas por cada 100 mil habitantes, sólo por debajo de Baja California, Sinaloa y Morelos.
La organización también atribuyó parte del repunte de violencia en la entidad a los enfrentamientos entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el grupo de “La Barredora”, que mantiene presencia en la región.
Así, los datos ponen en duda el optimismo presidencial y apuntan a una persistencia preocupante de la violencia en Tabasco, más allá de los cambios en el discurso oficial.