Tras obtener la mayoría calificada en el Congreso y asegurar el control político de los tres poderes de la Unión, el Gobierno de la Cuarta Transformación alista una nueva ofensiva: una reforma electoral que podría redibujar el sistema democrático mexicano.

La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que impulsará cambios constitucionales para reducir los recursos del Instituto Nacional Electoral (INE), eliminar los legisladores plurinominales y recortar el financiamiento a los partidos políticos.

“Está en mis 100 puntos de gobierno una reforma electoral, que hace falta y ya, en su momento, la vamos a presentar”, adelantó la mandataria. “Tiene que ver con la cantidad de recursos que se utilizan para el INE y las elecciones; 8 mil millones de pesos costó la elección; la cantidad de recursos que tienen los partidos políticos y también los plurinominales”.

Choque con el INE

Las declaraciones presidenciales se dan en medio de tensiones con el órgano electoral. Sheinbaum acusó al INE de extralimitarse en sus funciones al anular votos en la reciente elección para ministros de la Suprema Corte, a pesar de que dicha tarea corresponde al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

“Desde mi punto de vista, se extralimitó en decir que había votos que no deberían haberse incorporado al resultado final. Esa es labor del Tribunal, no del INE”, criticó la presidenta.

El INE había detectado irregularidades graves en estados como Chiapas, donde se reportó participación superior al 100% en algunas casillas y urnas con voto único a favor de un solo candidato, por lo que dichos paquetes fueron anulados del conteo oficial.

Reformas a contrarreloj

Aunque Sheinbaum no detalló el contenido de la iniciativa, sí dejó claro que uno de sus objetivos será eliminar a los legisladores de representación proporcional, conocidos como “pluris”, con lo que se reduciría la pluralidad y representación de minorías en el Congreso.

Asimismo, lanzó críticas al actuar del Consejo General del INE, al que acusó de actuar con “sesgo político” y de oponerse sistemáticamente a propuestas del gobierno federal.

Son un grupo de consejeros que no actúan buscando que se cumpla la voluntad del pueblo, que finalmente eso es la democracia, sino que tienen una posición política que se traduce en: ‘todo lo que esté en contra del Gobierno de la Cuarta Transformación hay que votar en contra’”, aseveró.

Riesgos al equilibrio institucional

Organismos ciudadanos y especialistas han advertido que una reforma electoral en manos de una mayoría calificada de un solo partido podría desmantelar los contrapesos que garantizan la equidad en los procesos electorales y concentrar aún más el poder en el Ejecutivo.

Aunque la iniciativa aún no se ha presentado formalmente, la declaración presidencial marca el inicio de una nueva fase en la llamada “cuarta transformación”: la reconfiguración del sistema electoral mexicano desde el poder.