Tres de las cinco magistraturas que integrarán el recién creado Tribunal de Disciplina Judicial de Michoacán tienen vínculos directos con el gobierno estatal morenista de Alfredo Ramírez Bedolla o con el partido Morena.
El órgano, encargado de vigilar y sancionar al personal del Poder Judicial local, surge de la reforma constitucional aprobada en septiembre de 2024, con la que Michoacán se convirtió en la primera entidad en armonizar su legislación con los cambios avalados por el Congreso de la Unión.
El Tribunal estará conformado por tres mujeres y dos hombres, con cargos de seis años, y su presidencia se renovará cada dos años en función del número de votos obtenidos por sus integrantes, de acuerdo con el Instituto Electoral de Michoacán (IEM).
Según este criterio, la presidencia recaerá en José Alfredo Flores Vargas, quien obtuvo 228 mil 661 votos. Fundador de Morena, Flores Vargas ha sido cercano colaborador de Ramírez Bedolla: en 2021 lo suplió como diputado local cuando este solicitó licencia para competir por la gubernatura, y antes fue su asesor en el Congreso de Michoacán. De octubre de 2021 a febrero de 2025 dirigió el Instituto Registral y Catastral del Estado.
A Flores Vargas se suman Paula Edith Espinosa Barrientos, exdirectora general del Instituto de Capacitación para el Trabajo (ICATMI) y del DIF Michoacán en la actual administración estatal, y Luis Felipe Quintero Valois, secretario técnico en la Secretaría de Gobierno desde julio de 2024.
Las otras dos magistraturas serán ocupadas por Lucía Baltazar Rendón, jueza familiar desde 2007, y Magdalena Monserrat Pérez Marín, actual magistrada del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.La conformación del Tribunal de Disciplina Judicial consolida así la presencia de perfiles cercanos a Morena en un órgano clave para la supervisión interna del Poder Judicial michoacano.