febrero 28, 2019
Redacción
Foto de portada: Eric De Luca
Es difícil de pronunciar pero es posible que desees ir a Huatulco este invierno, una escapada a la playa con una belleza espectacular. La gran variedad de hoteles en Huatulco permite disfrutar al viajero una jornada distinta para disfrutar solo o en familia.
Con 9 bahías, 36 playas de arena, 22 millas de costa y 330 días de sol, Huatulco se convierte en un destino perfecto durante todo el año para aquellos que quieren nadar, relajarse y disfrutar del aire libre.
Enclavado entre el océano y las estribaciones de la Sierra Madre del Sur, esta ciudad supone una rareza de características turísticas mexicanas. La ciudad es tan nueva que ninguna de las estructuras existentes tiene más de 25 años. La mayoría de los turistas que disfrutan los paquetes a huatulco son de otras zonas de México y con una población de alrededor de 20,000 habitantes, ofrece una alternativa ecológica a otras áreas turísticas mexicanas que son más desarrolladas.
Con aguas turquesas, las bahías y playas son el principal atractivo. Nueve bahías escénicas ofrecen oportunidades para nadar, navegar, bucear, practicar snorkel, practicar surf, navegar y otros deportes acuáticos en áreas protegidas frente al Océano Pacífico.
La planta de tratamiento de agua en Huatulco fue una de las primeras en México en reciclar las aguas residuales, un gran esfuerzo realizado hace décadas para preservar la pureza de las aguas cercanas. Las carreteras bien pavimentadas permiten un fácil acceso al aeropuerto internacional cercano y grandes áreas de Huatulco se han reservado para su conservación como «zonas verdes».
Huatulco es la única zona turística en México con la certificación internacional Green Globe para el turismo sostenible. No hay fábricas o industrias y las montañas y la exuberante selva están llenas de orquídeas. El área ofrece oportunidades para practicar senderismo, montar a caballo, montar en vehículos todo terreno con tracción en las cuatro ruedas, observación de aves, fotografía y rafting en el río.
El estado de Oaxaca, se considera el número uno en México en términos de biodiversidad. Es el único lugar donde se puede viajar unos 75 minutos desde el arrecife de coral hasta el bosque nublado, además de sus impresionantes cascadas, la pequeña ciudad de Pluma Hidalgo, a unos 400 metros sobre el nivel del mar y a solo media hora de distancia es un centro para la producción de café orgánico de alta calidad. En lo alto del bosque nuboso, sus condiciones son perfectas para el cultivo y la producción de café: los frijoles sabrosos y aromáticos son bendecidos por la gran altitud, la proximidad a la brisa húmeda del océano, la sombra de los árboles altos, el suelo ácido, el agua pura, el sol brillante y una tradición artesanal que se ha conservado durante cientos de años.
Ubicada en el estado de Oaxaca, famosa por sus nueve moles, hay otras especialidades que vale la pena probar en Huatulco: quesillo, tamales envueltos en hojas de plátano, tasajo, tlayudas, panes horneados cubiertos con puré de frijol negro, chorizo y chapulines. En esta ciudad las opciones de restaurantes son limitadas, debido a que muchos hoteles son de tener el almuerzo y cena incluidos. En el lado positivo, estos restaurantes muestran cocina regional además de menús internacionales. Una excelente opción para saborear los auténticos sabores de la cocina oaxaqueña es El Sabor de Oaxaca, en el centro de la zona de La Crucecita.