La iniciativa presidencial para disminuir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo al Senado, mantiene sin cambios la proporción de un solo día de descanso obligatorio por cada seis laborados, pese a que fuerzas políticas como Movimiento Ciudadano habían solicitado que se reconocieran dos días de descanso a la semana, en línea con estándares internacionales de bienestar.

La reforma, impulsada bajo el argumento de que la jornada actual “ya no responde a los estándares internacionales de bienestar laboral”, también incrementa el límite de horas extraordinarias de 9 a 12 horas semanales, lo que ha sido señalado como una posible pérdida de derechos laborales por organizaciones como Yo Por Las 40 Horas.

Mantienen un solo día de descanso

El proyecto propone modificar la fracción IV del Artículo 123 Constitucional para establecer de manera progresiva la reducción hasta llegar a las 40 horas en 2030. Sin embargo, conserva intacta la relación trabajo–descanso:
“Por cada seis días de trabajo, las personas trabajadoras deberán disfrutar por lo menos de un día de descanso con goce de salario íntegro”, señala la iniciativa.

Este punto ha generado críticas, particularmente porque la propuesta de Morena, que recibió dictamen favorable, no incorpora dos días obligatorios de descanso, como sí lo planteaba Movimiento Ciudadano, que defendía adoptar un esquema 5×2 para mejorar la calidad de vida de las personas trabajadoras.

Aumenta el tope de horas extra

Aunque la reforma promete más tiempo libre gracias a la reducción gradual de horas, al mismo tiempo eleva el límite legal de trabajo extraordinario:
El nuevo máximo sería de 12 horas por semana, distribuidas en hasta cuatro horas diarias. Este incremento aleja aún más la posibilidad del pago triple, ya que las primeras 12 horas quedarían cubiertas con pago doble.

La iniciativa establece que las horas extraordinarias dentro del límite legal deberán abonarse “con un cien por ciento más de lo fijado para las horas ordinarias”, mientras que la prolongación ilegal deberá compensarse “con el doscientos por ciento más del salario” correspondiente.

Reducción será gradual hasta 2030

La transición hacia la jornada de 40 horas se aplicará de manera escalonada durante cinco años:

  • 2026: 48 horas
  • 2027: 46 horas
  • 2028: 44 horas
  • 2029: 42 horas
  • 2030: 40 horas

El proyecto garantiza que no habrá pérdida de ingresos durante este periodo. Según el Artículo Cuarto Transitorio, “en ningún caso la reducción de la jornada laboral implicará la disminución de sueldos, salarios o prestaciones”.

Mientras el debate continúa en el Congreso, el país se mantiene en la discusión sobre si esta reforma representa un avance en derechos laborales o si, como han advertido sus críticos, podría generar nuevas formas de precarización.