Las redes políticas y empresariales alrededor de Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación y actual senador, vuelven a quedar bajo los reflectores. Un grupo de empresarios cercanos a él, Mario Manuel Guerra Mabarak, Fernando Padilla Farfán y Carlo Padilla, también vinculados a Andy López Beltrán, hijo del expresidente, ha tejido una urdimbre de contratos millonarios con gobiernos estatales de Morena, según una reciente investigación de la revista Proceso.
El caso de Veracruz destaca en esta primera entrega. En el centro de esta trama aparece Fernando Padilla Farfán, empresario conocido por su estilo ostentoso y por sus vínculos con figuras políticas de alto nivel.
Desde hace años celebra sus cumpleaños con despliegues de lujo que funcionan como un escaparate de su poder económico y político.
En su fiesta número 50, realizada en marzo pasado y organizada en ranchos de Coatepec y salones de la Ciudad de México, Padilla reunió a artistas como Río Roma y Eduin Cazares, vocalista de Grupo Firme.
Según crónicas sociales, el festejo se extendió durante dos días y contó incluso con un código de vestimenta: blanco y negro para la primera noche; estilo vaquero para la segunda.

Pero más allá del glamour, estos encuentros han sido también una pasarela política. A ellos asisten con frecuencia personajes como Adán Augusto López, cuya cercanía con Padilla ha quedado evidenciada en diversos eventos públicos. En 2023, cuando buscaba la candidatura presidencial de Morena, Padilla Farfán fungió como enlace con sectores empresariales de Puebla y Veracruz durante los llamados “diálogos ciudadanos”.
Las fotografías de sus reuniones muestran también la presencia de figuras como Mario Delgado, expresidente de Morena y ahora titular de Educación; Manuel Merino, exgobernador interino de Tabasco; Mara Lezama, gobernadora de Quintana Roo; y Javier Herrera Borunda, hijo del exgobernador veracruzano Fidel Herrera.
La cercanía política y social de Padilla con estos personajes no solo se refleja en imágenes. De acuerdo con datos públicos obtenidos vía Transparencia, en los últimos años sus empresas han recibido contratos de gobiernos estatales de la 4T, lo que ha despertado cuestionamientos sobre su papel como presunto operador financiero de Adán Augusto López.
La información de esta nota fue tomada del reportaje de la edición 0029 de la revista Proceso, publicada en noviembre de 2025.