abril 3, 2022
Redacción
La Reforma Energética del 2021 está a unos días de ser sometida a votación en el pleno, pese a que la oposición señala que esto es un acto precipitado y la iniciativa debe ser revisada y ajustada antes de pasar a votación.
Pero la oposición mexicana no es la única descontenta ante esta situación. Estados Unidos continúa externando su preocupación ante las posibles violaciones al T-MEC que se darían si se aprueba la Reforma Eléctrica.
Para comprender mejor las inquietudes de Estados Unidos frente a la Reforma Eléctrica del 2021, presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es necesario revisar los puntos clave de la iniciativa:
Lo que preocupa a Estados Unidos de esta iniciativa de reforma es que la cancelación de contratos a privados, así como el favorecimiento de plantas que aprovechan combustibles fósiles, mermarían los esfuerzos que ambos países han hecho por las energías limpias y el clima. Además, la Reforma Energética del 2021 representa violaciones contra el T-MEC, en el cual Canadá también está involucrado.
Durante el Foro 14 del Parlamento Abierto, Kenneth Smith Ramos, ex jefe de la negociación técnica para el T-MEC, señaló que el T-MEC protege las inversiones en el sector eléctrico y sólo se permitirían excepciones si México hubiese solicitado excepciones específicas adicionales, por lo que la iniciativa de reforma no puede delimitar la participación del sector privado extranjero en el mercado.
De acuerdo con Smith, de aprobarse la nueva Reforma Eléctrica, podría haber demandas multimillonarias en contra de México, por no mencionar las represalias comerciales que podrían emprender los países involucrados en el tratado.
Para discutir estas inquietudes, Estados Unidos envió a John Kerry a reunirse con el presidente López Obrador y abordar los principios que deben guiar la política en el sector energético. El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, también se unió a estas charlas sobre la Reforma Energética del 2021.
La última reunión que tuvieron concluyó el pasado 31 de marzo y Kerry declaró para el periódico Reforma que, si se aprueba la reforma sin hacer modificaciones, habrá una “respuesta clara” por parte del gobierno estadounidense.
Por su parte, el presidente López Obrador ha anunciado sus intenciones de votar por la reforma tal como está, reiterando que la relación con Estados Unidos “es muy buena” y afirmando que se respetarán los permisos de importación de combustible entregados a cinco petroleras estadounidenses.
Para que la Reforma Energética del 2021 se apruebe, necesita el voto de dos tercios de los legisladores. De aprobarse, quienes no estén de acuerdo con la iniciativa tendrían que recurrir a instancias internacionales para resolver los desacuerdos.