El partido gobernante de México, Morena, enfrenta críticas por los estilos de vida de algunas de sus figuras, que contrastan con la austeridad y la cercanía al pueblo que caracterizaron su llegada al poder.
Integrantes del partido han sido vistos en hoteles de lujo en el extranjero, usando ropa y joyería costosa, y registrando ingresos adicionales millonarios.
Entre los casos más señalados se encuentra Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena e hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien fue captado en un hotel de Tokio con costos de alojamiento que alcanzaron los 400 dólares por noche y gastos en restaurante de casi 2 mil 600 dólares.
López Beltrán reconoció el pago del hotel con recursos propios, pero la difusión de las cifras generó indignación en medios y redes sociales.
El senador Adán Augusto López Hernández también estuvo en el centro de la polémica luego de que se diera a conocer que percibió casi 4,3 millones de dólares en ingresos privados durante 2023 y 2024, provenientes de servicios jurídicos, rentas, intereses y herencias familiares. Otros miembros, como el secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, y el diputado Ricardo Monreal, fueron criticados por hospedarse en hoteles de lujo durante viajes personales al extranjero.
En mayo, Morena endureció sus directrices éticas para prohibir la ostentación material, incluyendo joyería, ropa de marcas exclusivas, propiedades o automóviles de alto valor y turismo de lujo. Sin embargo, los últimos meses han estado marcados por imágenes que reflejan opulencia, lo que ha generado desconexión entre los pronunciamientos públicos de austeridad y la vida privada de algunos políticos del partido.
El contraste ha causado frustración entre los votantes. Algunos consideran que la riqueza exhibida por ciertos miembros del partido se aleja de la realidad de la población más vulnerable, mientras otros valoran los programas sociales implementados por el gobierno de Morena y la expansión de apoyos como las pensiones para adultos mayores.
Analistas políticos advierten que la percepción de privilegio y desconexión podría afectar la imagen del partido, aunque Morena no enfrentará elecciones intermedias hasta 2027.
