El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Jesús González Hernández, consideró urgente que los grupos armados que operan en la capital guerrerense establezcan una tregua, ante el aumento de la violencia en la ciudad.
En entrevista, tras oficiar una misa en la catedral de Chilapa, el prelado recordó que la Iglesia católica fungió como intermediaria en un acuerdo de paz que se concretó en 2023, aunque únicamente en la región de la Sierra y no en las zonas urbanas. “Esa tregua se hizo en la Sierra y si sigue la tregua entre los grupos armados que se peleaban y se hartaron de tanto dolor y tanta muerte, pero en la ciudad falta que se haga esa tregua”, señaló.
Durante los últimos tres días, Chilpancingo ha registrado varios hechos de violencia que dejaron al menos cinco personas muertas, entre ellas un maestro de secundaria, un soldado del Ejército y un adolescente de 18 años. Este sábado por la noche, un grupo armado ingresó a un antro llamado Bar Bar, donde torturó y asesinó al profesor, quien en su tiempo libre trabajaba como DJ, junto con dos empleados del lugar.
Sobre el papel de las autoridades, el obispo hizo un llamado a la Gobernadora Evelyn Salgado y al alcalde Gustavo Alarcón: “De tener recursos y estrategias suficientes e incluso de pedir ayuda, de mediar para que haya la paz”, dijo.
González Hernández insistió en la necesidad de que se busque la mediación entre los grupos criminales, con la finalidad de reducir la violencia que ha afectado tanto a la población como al tejido social de la capital guerrerense.