Tras permanecer 15 días fuera del radar político, el Secretario de Organización de Morena, Andrés Manuel López Beltrán, reapareció para defender su viaje a Japón, en medio de señalamientos sobre presunto uso de recursos públicos y lujos desmedidos.
A través de un mensaje difundido en redes sociales, el también hijo del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que vacacionó en el país asiático, donde aseguró haber pagado 7 mil 500 pesos diarios por su hospedaje, “incluido el desayuno”.
Según López Beltrán, el viaje fue costeado con recursos propios y solicitado con previo aviso a la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, luego de “extenuantes jornadas de trabajo” relacionadas con los procesos electorales en Veracruz y Durango.
“Como solicité e informé verbalmente en su momento a la Presidenta de nuestro partido… decidí salir de vacaciones a Japón”, explicó.
El morenista rechazó que su traslado se haya realizado en aviones del Ejército y negó haberse hospedado en un hotel de 50 mil pesos por noche, como se ha difundido en redes sociales y medios de comunicación.

“Me trasladé a la ciudad de Seattle, Washington, y después tomé un vuelo comercial con destino a Tokio. Viajé en aerolíneas comerciales”, puntualizó.
Sin embargo, acusó que durante su estadía fue objeto de acoso por parte de “espías” enviados por sus adversarios políticos, a quienes tachó de “hipócritas conservadores” que buscan iniciar una campaña de linchamiento político, “impregnada de odio, clasismo y calumnias”.
“Vale la pena pagar con humillación cuando se lucha por una causa justa y en contra de los opresores del pueblo”, expresó.
López Beltrán también arremetió contra lo que denominó el “hampa del periodismo”, al equipararlo con “la mafia del poder económico y político”.
“No me extraña su agresividad… pero sí me importa que la gente que confía en nosotros no dude de nuestros principios y valores”, dijo.
El morenista se sumó al llamado a la austeridad que ha reiterado en distintos momentos la dirigencia del partido, al asegurar que él aprendió “desde niño” los principios de humildad y vida en la justa medianía.
“No somos iguales, nosotros no somos corruptos… el poder es humildad, la austeridad es un asunto de principios”, concluyó.