Los cárteles mexicanos han encontrado un nuevo filón criminal: la instalación y operación de farmacias ilegales, sin registro sanitario, en destinos turísticos del país para vender medicamentos falsificados adulterados con sustancias como fentanilo, metanfetamina y otros opioides. Así lo advierte un informe desclasificado del Departamento de Estado de Estados Unidos.

El reporte señala que estas farmacias, que operan principalmente en zonas fronterizas y de alta afluencia turística como la Riviera Maya o Baja California, se dirigen a consumidores extranjeros, sobre todo estadounidenses, canadienses y europeos, quienes muchas veces adquieren fármacos contaminados sin saberlo.

“Las organizaciones criminales transnacionales utilizan un número creciente de farmacias ilegales no registradas en el Gobierno de México para distribuir medicamentos falsificados, muchos mezclados con sustancias psicoactivas de alta potencia”, advierte el documento.

El informe indica que la alteración de medicamentos incluye mezclas con OxyContin, Xanax, Percocet y Adderall, y que su comercialización también ocurre mediante redes sociales y plataformas digitales. Aunque parte de estos productos proviene de China e India, cada vez más se fabrican en laboratorios clandestinos dentro del propio territorio mexicano.

En 2023, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Marina (Semar) llevaron a cabo el Operativo Albatros en Quintana Roo, donde se realizaron 55 inspecciones en Cancún, Playa del Carmen y Tulum. Como resultado, se clausuraron farmacias como “PDC” y “PDC 10.2” por vender medicamentos controlados sin receta, sin licencias sanitarias y por comercializar pastillas posiblemente adulteradas. En esos operativos se decomisaron más de cinco mil pastillas contaminadas.

El problema persiste en otras entidades. Una investigación del diario Los Angeles Times reveló que en 2024, 17 de 40 farmacias revisadas en Tijuana, Cabo San Lucas y San José del Cabo vendían medicamentos con fentanilo y metanfetamina. La mayoría operaban fuera del control sanitario y ofrecían productos sin receta en plena vía pública, en zonas con alta presencia de turistas.

A la par, datos de la Cofepris estiman que hasta 10 por ciento del mercado farmacéutico en México podría estar compuesto por medicamentos ilegales. Y aunque autoridades estadounidenses vinculan este fenómeno con más de 70 mil muertes por sobredosis registradas en ese país en 2024, México no ha emitido informes públicos sobre la presencia de fármacos falsificados dirigidos a turistas.

“La gravedad radica en que estos productos no pasan por controles de calidad, contienen sustancias peligrosas y aumentan el riesgo de sobredosis, incluso entre personas que buscan tratamiento médico legítimo”, advierte el reporte.

La Organización Mundial de la Salud estima que más de la mitad de los medicamentos en circulación a nivel global podrían ser falsos. México, de acuerdo con la misma fuente, ocupa el sexto lugar mundial en cuanto a mercado ilegal de fármacos.