El primer informe de gobierno de Claudia Sheinbaum no solo dejó cifras y promesas en materia de seguridad, programas sociales y economía. También ofreció una lectura política desde el acomodo de los invitados en el Patio Central de Palacio Nacional, donde varios protagonistas de la llamada “cuarta transformación” fueron enviados a filas secundarias.
En primera fila se ubicaron miembros del gabinete presidencial, gobernadores y familiares de la mandataria. Sin embargo, la atención se concentró en quienes quedaron más atrás: Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Manuel Velasco, visibles en la cuarta fila. Los tres comparten un antecedente incómodo: fueron captados meses atrás en el Zócalo dando la espalda a Sheinbaum cuando subía al templete durante una asamblea informativa.
A su lado también apareció Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, quien asistió acompañada de Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización del partido. La ubicación contrastó con la de Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México, que en aquella polémica imagen también había aparecido de espaldas, pero que ahora fue colocada en la primera fila, junto al fiscal Alejandro Gertz Manero.
Los cuestionamientos
El reacomodo no es menor. Adán Augusto López carga con señalamientos de presuntos vínculos con el crimen organizado, luego de que se revelara la orden de aprehensión contra Hernán Bermúdez Requena, identificado como líder de “La Barredora” y exsecretario de Seguridad en Tabasco durante su gestión como gobernador.
Ricardo Monreal, por su parte, ha sido criticado por viajes a destinos de lujo en el extranjero. Fue fotografiado en un restaurante de un hotel en Madrid junto a su esposa, lo que desató cuestionamientos en torno a su cercanía con las bases de Morena.
En este escenario, la distancia con la presidenta se percibió tanto política como física.
Noroña, en la sexta fila
Otro rostro conocido, aunque no protagonista de la imagen del Zócalo, fue Gerardo Fernández Noroña. Ubicado en la sexta fila, en un pasillo lateral, el exdiputado enfrenta críticas por la compra de una residencia de 12 millones de pesos en Tepoztlán, Morelos, así como por sus viajes en primera clase a ciudades europeas.
Apenas unos días antes, Noroña había acaparado titulares por su pelea con Alejandro “Alito” Moreno en el Senado, donde el tono subió al grado de los insultos. Este 1 de septiembre, además, dejó la presidencia de la Mesa Directiva, cargo que asumió la morenista Laura Itzel Castillo.
Mensaje político entre asientos
Más allá del discurso oficial de Sheinbaum, los asientos dibujaron un mapa de afinidades y distancias dentro de Morena. Los cercanos a la mandataria ocuparon lugares privilegiados en el frente; quienes en algún momento le dieron la espalda quedaron en filas posteriores, bajo la mirada atenta de los reflectores.