El número de pasajeros que viajan en avión entre México y Estados Unidos se estancó en los primeros cinco meses del año, pese al incremento en la cantidad de vuelos, revelan datos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).

Entre enero y mayo, se transportaron 17 millones 298 mil 433 pasajeros en vuelos regulares entre ambos países, lo que representó un crecimiento marginal de apenas 0.001 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En contraste, el número de vuelos sí tuvo un incremento de 3.7 por ciento, al alcanzar los 133 mil 281 servicios.

De acuerdo con especialistas del sector, este estancamiento responde, principalmente, a factores de índole política y económica. Juan Antonio José, experto en aviación, señaló que las políticas arancelarias y migratorias del expresidente estadounidense Donald Trump han desincentivado los viajes en ambos sentidos.

«Estas decisiones están impactando en el deseo de salir: los norteamericanos no quieren salir de su país, mientras que los mexicanos se están desanimando a ir a aquella nación», afirmó en entrevista.

El temor a ser detenidos en aeropuertos o durante el tránsito, especialmente entre quienes desean visitar a familiares migrantes, también ha incidido en la baja demanda. Además, los aranceles impuestos por Trump han tenido efectos colaterales en el dinamismo económico y, por ende, en la movilidad aérea.

«Los aranceles van a forzar una reducción del comercio, lo que también se traduce en menos traslado de ejecutivos y de carga», añadió el especialista, quien estima que el tráfico de pasajeros podría caer entre 10 y 15 por ciento al cierre del año.

Fernando Gómez, también analista del sector, explicó que parte del problema radica en una preferencia de los viajeros estadounidenses por otros destinos.

“Muchos están optando por viajar a países de Sudamérica o Europa en lugar de venir a México, debido a factores como la inseguridad en ciertos destinos y el problema del sargazo en el Caribe”, señaló.

Gómez agregó que la incertidumbre económica global también ha generado una contracción en la demanda turística. “Con las amenazas de una posible devaluación y la volatilidad en los mercados financieros, los viajeros están postergando sus planes”, explicó.

A pesar de que el número de vuelos sí mostró un incremento, en parte impulsado por la apertura de nuevas rutas por aerolíneas como Viva Aerobus, esto no se ha traducido en más pasajeros.

Cabe recordar que entre 2021 y 2024 el flujo de pasajeros entre ambos países venía en constante crecimiento. Tan solo en 2023 se movilizaron más de 40 millones de personas, lo que representó un aumento de 6.9 por ciento anual.

Sin embargo, este 2025 podría marcar un quiebre en la tendencia, en medio de un escenario incierto tanto en lo político como en lo económico.