La pronta eliminación de la Copa del Mundo de 2018 trae todavía de cabeza a México. Primero supuso el fin de la etapa internacional para algunos iconos, después el cambio en la parcela técnica y ahora la pérdida de un puesto en el ranking general de la FIFA. Son las consecuencias más significativas al adiós en Rusia en los octavos de final, aunque el futuro se presume esperanzador.   

La cita rusa sigue muy presente en el día a día de la tricolor. Y es que el combinado mexicano está pagando caro aquella derrota por 2-0 ante Brasil el pasado 2 de julio en Samara, que supuso un revés totalmente inesperado después de ser una de las selecciones más destacadas durante la primera fase. Desde entonces, los mexicanos han disputado un total de ocho encuentros, con un balance negativo de cinco derrotas y tres victorias. Dichos números se han traducido en un descenso en el ranking de la FIFA. Según la clasificación del máximo organismo del fútbol, México figura ahora en el 18.º lugar con 549 puntos, cediendo su anterior plaza a Italia.

El vaso, en cualquier caso, se puede ver medio lleno desde el prisma de la tri porque sigue liderando la general de la Concacaf, lo cual es un dato optimista entre tantas decepciones recientes en lo deportivo. México supera en 43 puntos a Estados Unidos, que es segunda entre los equipos de su misma confederación. Rivales históricos, el actual poderío mexicano puede ser más que suficiente para ahogar sus penas en la próxima Copa Oro de la Concacaf, competición para la que parte como máximo candidato al trofeo en los mercados de apuestas a ganador. Es más, lidera el cuadro de honor con diez antorchas, cinco más que los estadounidenses, y puede llegar invicta con Gerardo Martino.

Futuro esperanzador

De hecho, la revolución de Martino en su primera lista como seleccionador va encaminada a olvidar las penas del Mundial en una competición que históricamente siempre se le dio bien. El nuevo DT dejó fuera, entre otros, a Carlos Vela, a Giovani dos Santos y a Marco Fabián para tirar de los más jóvenes. Ese cambio generacional se ejemplariza en la llamada de Diego Lainez, la última promesa del fútbol mexicano de solo 18 años. El actual delantero del Real Betis ya debutó con la absoluta con Ricardo Ferretti y Martino no ha dudado en mantenerlo en el bloque pese a los pocos minutos con los que viene contando en el Betis de Quique Setién.

Por delante, México tiene dos amistosos más confirmados antes de que el balón eche a rodar en la Copa Oro el próximo 15 de junio. De momento, las probaturas de Martino han dejado un buen sabor de boca en el aficionado. Su etapa se resume en dos victorias, una ante Chile y otra ante Paraguay. Además, aún debe medirse, como mínimo, a Venezuela y Ecuador en dos amistosos para terminar de perfilar el equipo con el que debutará en la competición.

Pese a su nueva posición en el ranking de la FIFA, se vislumbra un futuro esperanzador para una selección que tiene argumentos para hacer borrón y cuenta nueva con respecto a lo sucedido en Rusia. De hecho, de momento, el equipo solo conoce el triunfo con Martino.