Israel Vallarta Cisneros, quien permaneció casi dos décadas en prisión sin sentencia, recuperó su libertad la mañana de este viernes tras ser absuelto por un juez federal de los delitos de delincuencia organizada, secuestro en agravio de seis personas y portación y posesión de armas de fuego.

A su salida del Penal Federal del Altiplano, en el Estado de México, Vallarta acusó al ex director de Investigación de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Luis Cárdenas Palomino, uno de los principales colaboradores de Genaro García Luna, de haber intentado sobornarlo dentro del reclusorio con la finalidad de frenar su denuncia por tortura.

«Llegó a ofrecerme un acuerdo económico, lo cual no me interesó. Se lo dejé claro: la justicia que yo buscaba no era económica, no es económica», declaró Vallarta ante los medios de comunicación que lo esperaban.

El caso de Israel Vallarta cobró notoriedad pública desde 2005, cuando fue detenido junto con la ciudadana francesa Florence Cassez, en un operativo que luego sería exhibido como un montaje mediático, transmitido en vivo por Televisa con la participación de la entonces AFI. Cassez fue liberada en 2013 tras una resolución de la Suprema Corte que reconoció violaciones graves al debido proceso, pero Vallarta permaneció en prisión desde entonces sin una sentencia definitiva, hasta ahora.

Acompañado por familiares y defensores de derechos humanos, Vallarta anunció que ofrecerá en los próximos días una rueda de prensa para presentar documentos que, dijo, demostrarán la participación de otros personajes aún no identificados públicamente en su detención.

«Hubo espectros oscuros detrás de todo esto, personas que no son tan públicas pero que incidieron directamente en mi captura y en los años que estuve privado de la libertad», advirtió.

El caso Vallarta ha sido señalado por organismos nacionales e internacionales como uno de los ejemplos más graves de fabricación de culpables y de colusión entre autoridades judiciales, medios de comunicación y cuerpos de seguridad. Su liberación reaviva las críticas sobre las prácticas de tortura y la manipulación de la justicia en los sexenios pasados.