La violencia desatada por el enfrentamiento entre grupos del crimen organizado obligó a decenas de familias a abandonar sus comunidades rurales en Apatzingán y buscar refugio en la cabecera municipal. Desde hace más de una semana, la región de Tierra Caliente vive una nueva escalada de terror provocada por la disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), aliado con ‘Los Viagras’, contra lo que queda del grupo de ‘Los Caballeros Templarios’.
Las comunidades de El Guayabo, El Alcalde, El Morado, El Manzo, El Mirador, Cerro Blanco, Puerta de Álamos y Loma de los Hoyos, entre otras, quedaron prácticamente vacías, mientras sus habitantes se refugian con familiares o amigos en zonas urbanas.
A pesar de los operativos implementados por el Ejército, la Guardia Civil estatal y la Policía Municipal, la violencia no cesa. Enfrentamientos armados, bloqueos carreteros, uso de drones, minas y ejecuciones han sido reportados en distintos puntos del municipio.
Tan sólo el viernes pasado, fuerzas federales y estatales repelieron un ataque en la comunidad de La Piedra, donde fue abatido un presunto criminal y se capturó a otros dos, identificados como Francisco Javier “El Enano” y Juan Carlos “El Peso Pluma”. Se aseguraron cuatro armas largas, más de 400 cartuchos útiles y equipo táctico.
Un día antes, el CJNG irrumpió con armas y explosivos en El Guayabo. La respuesta del grupo rival provocó un enfrentamiento que dejó dos sicarios muertos, además de vehículos blindados conocidos como “monstruos” calcinados.
Ante la creciente violencia, la alcaldesa morenista de Apatzingán, Fanny Arreola, reconoció públicamente el desplazamiento forzado de pobladores. En un video difundido en sus redes sociales pidió apoyo a la ciudadanía para ubicar a las familias que han abandonado sus hogares.
“Les suplico que nos apoyen y exclusivamente nos ayuden a ubicar familias que han tenido que salir de sus comunidades para poner a salvo sus vidas”, dijo la edil, quien también anunció la entrega de cobijas, colchonetas, alimentos y atención médica a los desplazados, aunque no precisó el número total de afectados.
“Entendemos que no se está trabajando, que hay una condición económica precaria”, agregó Arreola, sin exigir medidas concretas al Gobierno estatal o federal. En cambio, aseguró que “cierra filas” con las autoridades para atender “estos momentos complicados”.

Críticas por omisión y falta de resultados
La respuesta institucional fue duramente criticada por el ex diputado federal por Apatzingán, Francisco Javier Huacus, quien acusó la falta de efectividad de los operativos federales y estatales, así como la omisión de las autoridades locales.
“El desplazamiento forzado obedece al avance de un grupo delincuencial que está ganando terreno sobre otro que estaba establecido desde hace años”, explicó. Acusó además que la Alcaldesa no habita en su domicilio y vive en un cuartel militar, lo que, dijo, evidencia el nivel de inseguridad.
“El Gobierno no ha dado resultados. La gente está perdiendo sus casas, su patrimonio, sus animales y sus tierras. Esto no ayuda a la economía de la región y agrava la situación”, lamentó Huacus.
La Secretaría de Seguridad de Michoacán informó que el pasado 16 de julio desplegó un operativo en la comunidad de El Guayabo y resguardó el tianguis limonero, sin que se haya logrado frenar los enfrentamientos ni evitar nuevos desplazamientos.
“Parece que Apatzingán es la joya de la corona para los grupos delictivos. Lo ha sido por años, y no descarto colusión de mandos policiacos con los criminales”, advirtió Huacus.
Mientras tanto, cientos de personas siguen huyendo, con lo poco que pueden cargar, en busca de resguardo ante la indiferencia de las instituciones y el poder creciente de los cárteles.