En el Palacio de Minería se inauguró la exposición «Huellas de la memoria», una impactante muestra que reúne 286 pares de zapatos pertenecientes a familiares de personas desaparecidas en México. Cada calzado, intervenido artísticamente, narra las historias de búsqueda, dolor y resistencia de madres, padres, hijas y hermanas que recorren el país en busca de justicia.
La exhibición, surgió hace una década como un proyecto para visibilizar la crisis de desapariciones forzadas en el país. Los zapatos —tenis, botas, tacones e incluso calzado infantil— han sido modificados: en una suela se lee el nombre de la persona buscada, y en la otra, un mensaje dirigido a su ser querido.
Historias que caminan
Entre las piezas destacan los tacones negros de Lucía Baca, quien los usó durante años en la búsqueda de su hijo, Alejandro Alfonso Moreno, desaparecido en 2011 en Tamaulipas. «Estos zapatos me llevaron a fiscalías, marchas y fosas clandestinas», relata. Junto a su esposo, ha exigido respuestas ante autoridades, aunque denuncia que las investigaciones han sido insuficientes.
Por su parte, Fabiola Rayas, acompañante de familias buscadoras desde 2015, ahora exhibe sus propios tenis tras la desaparición de su amigo Miguel Ángel Sánchez en Michoacán, en febrero de 2024. «Nadie debería vivir esto», afirma. Su calzado, grabado con el nombre de Miguel Ángel, simboliza la lucha compartida de miles en México.
Un proyecto con eco internacional
La curadora Danare Roca explica que la idea nació en 2014, al observar el desgaste de los zapatos de madres durante una marcha. «¿Qué nos contarían estos zapatos sobre los kilómetros recorridos?», se preguntó. Desde entonces, la exposición ha itinerado por varios estados de México y países como Chile y Japón.
La muestra, abierta hasta el 3 de agosto, busca concientizar sobre la urgencia de una búsqueda efectiva y políticas públicas que atiendan esta crisis. Según datos oficiales, en México hay más de 100,000 personas desaparecidas, aunque colectivos señalan que la cifra podría ser mayor.