El senador morenista Gerardo Fernández Noroña anunció este lunes que solicitará licencia para separarse temporalmente de su escaño en la Cámara alta. La decisión llega en medio de una serie de polémicas por su patrimonio y el uso de aviones privados durante giras políticas, aunque el legislador negó que su salida esté relacionada con esos señalamientos.
“Tengo una tarea que hacer y necesito pedir licencia”, declaró brevemente en un video difundido en redes sociales, donde también aseguró que no ha recibido presiones. “Ya empezaron a especular, el golpeteo y los escándalos. Me hacen los mandados con todas sus intrigas”, añadió. Noroña adelantó que ofrecerá una conferencia este martes para detallar las razones de su separación, que entrará en vigor el 24 de octubre.
El polémico legislador, uno de los rostros más visibles del oficialismo, enfrenta crecientes cuestionamientos tras revelarse que posee una casa valuada en 12 millones de pesos en Morelos y que utilizó un avión privado con matrícula estadounidense para realizar actividades partidistas en Coahuila. Aunque él aseguró que pagó el vuelo —un costo que habría ascendido a 14 mil dólares—, el aparato carece de permisos para ofrecer servicios de transporte comercial en México, lo que ha despertado dudas sobre la veracidad de su versión.

A las críticas por el presunto uso de recursos de origen desconocido se suman reproches de su propio partido. La presidenta Claudia Sheinbaum habría mostrado su inconformidad con los lujos del senador, al punto de proponer una reforma interna para evitar lo que llamó “turismo político”, en alusión a los frecuentes viajes internacionales en clase premier que Noroña realiza con cargo al erario.
El también expresidente del Senado insistió en que su licencia será temporal y que continuará en el cargo durante el resto del sexenio legislativo, pese al desgaste que han provocado las controversias. En su última transmisión, se mostró desafiante frente a sus críticos: “Van a seguir golpeando, de eso no se preocupen tampoco”.
El anuncio ocurre mientras la Cámara alta prepara un nuevo plan de austeridad para 2026, con el cual se busca eliminar los viajes de placer disfrazados de trabajo legislativo y reducir gastos por más de 500 millones de pesos.
Aunque Fernández Noroña no ha revelado sus intenciones políticas inmediatas, su salida podría representar una estrategia para bajar la presión mediática o recomponer su imagen de cara a futuros proyectos electorales.