Ni los animales escapan de la violencia criminal. El refugio Pergatuzoo, ubicado en el municipio de Nicolás Romero, enfrenta desde hace más de un año una ola de amenazas, agresiones y extorsiones por parte de presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes les exigen pagos de entre 25 mil y 50 mil pesos a cambio de no dañar a los animales ni incendiar el albergue.

La situación se ha intensificado desde mediados de 2023, cuando fue dejado un ataúd en plena vía pública, acompañado de un mensaje intimidatorio. Desde entonces, el personal del refugio ha sido víctima de agresiones físicas y robos, además de constantes intentos de extorsión, tanto en el Estado de México como en la capital del país.

El refugio, que alberga a más de dos mil animales entre perros, gatos, caballos, burros y especies rescatadas de rituales de santería, opera sin fines de lucro desde hace más de una década. Sin embargo, el crecimiento de su operación y el flujo constante de donaciones llamaron la atención de grupos delictivos, que ahora lo consideran un objetivo económico.

Las amenazas también han alcanzado al entorno familiar del equipo del albergue. Uno de sus colaboradores fue golpeado por un grupo de jóvenes armados, mientras que otro fue detenido por autoridades capitalinas tras un altercado con presuntos criminales, quienes fueron liberados sin cargos. Durante su detención, denunciaron el robo de alimentos para los animales por parte de agentes del Ministerio Público.

Además de la violencia, el refugio ha sido blanco de supersticiones y leyendas locales. Algunos animales, como un chivo negro rescatado de un ritual, han sido señalados por vecinos como portadores de mala suerte, lo que ha complicado aún más la seguridad del lugar.

El Estado de México es la entidad con mayor número de denuncias por extorsión en el país en lo que va del nuevo sexenio federal. Ante ello, el gobierno federal incluyó al estado en su nueva Estrategia Nacional contra la Extorsión, que contempla operativos, bloqueo de cuentas y congelamiento de líneas telefónicas.

No obstante, los directivos del refugio Pergatuzoo han expresado que, mientras persista la corrupción policial y la impunidad, poco cambiará la situación en zonas donde el crimen organizado opera con libertad.

Actualmente, el refugio mantiene sus operaciones con recursos limitados, bajo constante amenaza, y a la espera de una intervención efectiva por parte de las autoridades.