Las madres buscadoras de personas desaparecidas exigieron al gobierno federal garantías de seguridad para seguir con su labor y pidieron ser reconocidas como primeras respondientes en los operativos de localización. “Que nos den seguridad, que ya no nos maten”, clamó la activista Cecilia Flores Armenta, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora.
Durante su segunda mesa de diálogo en la Secretaría de Gobernación, celebrada este martes, Flores señaló que los colectivos plantearon la necesidad de mayor capacitación formal y respaldo institucional en su labor, que en muchas ocasiones han realizado sin apoyo de las autoridades.
“Nosotras somos las que hacemos el trabajo de campo. Solamente queremos que el derecho de nuestros desaparecidos se cumpla y que a las madres nos den la seguridad para que no nos maten”, expresó Flores ante medios de comunicación al finalizar el encuentro.
La activista agradeció a la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, por su disposición al diálogo y su trato respetuoso con los colectivos, y reiteró su esperanza de que sus observaciones sean tomadas en cuenta en el diseño de las reformas legales que propone la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, en materia de desaparición de personas.
En contraste con declaraciones previas, Flores informó que los colectivos ya no solicitan la destitución de Teresa Guadalupe Reyes, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, ni de Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pues ambas funcionarias han mostrado apertura para dialogar y atender los señalamientos.
En esta nueva mesa, se abordaron también casos particulares de madres buscadoras provenientes de Jalisco, Durango y Sonora, quienes denunciaron revictimización y falta de acompañamiento por parte de autoridades locales. “Nos siguen dejando solas, aunque somos nosotras quienes hacemos el trabajo”, insistió la activista.
Flores subrayó que las madres buscadoras no representan una amenaza para el gobierno, sino una red de mujeres que exige justicia. “No somos oposición. Queremos que nos vean como aliadas. Nosotras no queremos pelear, queremos encontrar a nuestros hijos”.
Las madres han pedido que se institucionalice su participación como primeras respondientes, con formación adecuada y protocolos que reconozcan su experiencia en campo. Su demanda se suma a un reclamo nacional más amplio por verdad, justicia y acompañamiento para las víctimas y sus familias.