Las recientes advertencias del Gobierno de Estados Unidos contra la industria aérea mexicana podrían impactar el comercio bilateral de carga y encarecer costos logísticos, pero no se prevén afectaciones inmediatas a los vuelos de pasajeros, señalaron especialistas.

El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés) anunció nuevas medidas tras considerar que México ha incumplido compromisos del acuerdo bilateral en materia de aviación, al restringir operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y forzar el traslado de vuelos de carga al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

Las restricciones derivan de un decreto emitido en 2023, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, que obligó a las aerolíneas cargueras a dejar de operar en el AICM. Esta medida, según Washington, elevó los costos para las empresas estadounidenses y rompió el equilibrio pactado en el acuerdo de transporte aéreo entre ambos países.

Repercusiones en el sector comercial

Estas decisiones tomadas de manera unilateral por el Gobierno mexicano generaron desconfianza en su contraparte estadounidense, lo que podría traducirse en mayores requisitos para la aprobación de nuevas rutas y vuelos charter por parte de aerolíneas mexicanas, de acuerdo a especialistas como Carlos Torres, economista especializado en aviación.

El DOT ya exige a las aerolíneas nacionales enviar, antes del 29 de julio, todos los horarios de operación hacia o desde territorio estadounidense, además de detalles técnicos como tipo de aeronave, frecuencias y aeropuertos.

Las sanciones podrían impactar a empresas como Aeroméxico, Volaris, Viva Aerobus, Estafeta y Mas Air. No obstante, los vuelos de pasajeros existentes seguirán operando con normalidad.

Amenaza a la alianza Delta-Aeroméxico

Uno de los puntos más delicados en esta disputa es el futuro de la alianza entre Aeroméxico y Delta Airlines. El DOT advirtió que podría retirar la inmunidad antimonopolio que permite a ambas compañías coordinar precios y rutas. De concretarse esta medida, la cooperación comercial entre ambas aerolíneas quedaría limitada a acuerdos de código compartido y programas de viajeros frecuentes.

Según los directivos de ambas empresas, si se disuelve la alianza podrían cancelarse hasta 24 rutas y se perdería una conectividad equivalente a un millón de pasajeros por año. También estiman una afectación económica de 800 millones de dólares por reducción de opciones y alza de tarifas.

Poco impacto para los viajeros

Aunque el panorama en términos comerciales se complica, los vuelos de pasajeros entre México y Estados Unidos no serán suspendidos. “No desaparece la aviación transfronteriza. De momento, se mantiene todo igual”, aclaró Torres.

Sí podría haber consecuencias si se restringen nuevas rutas solicitadas por aerolíneas mexicanas, pero los vuelos ya autorizados seguirán operando. El DOT no tiene facultad para cancelar los servicios actualmente vigentes.

La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) advirtió que las medidas afectan la conectividad y competitividad del sector, mientras que la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) defendió la mudanza al AIFA, al afirmar que ha aumentado el número de aerolíneas de carga de 18 a 47.

En tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum negó que exista alguna razón para sancionar a México, y afirmó que el traslado de vuelos al AIFA fue por razones de seguridad y tras un análisis técnico.

En 2024, el AICM movilizó más de 45 millones de pasajeros en vuelos nacionales e internacionales. Por ahora, los viajeros pueden estar tranquilos, aunque el trasfondo comercial sigue generando turbulencia en la relación bilateral.