enero 2, 2019
Texto y fotos: Ángeles Mariscal / Chiapas Paralelo
En la celebración de 25 años del levantamiento armado, el comandante Moisés cuestionó los proyectos de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y a quienes han aceptado sumarse a ellos. “Vamos a defender lo que hemos construido”, advirtió
LA REALIDAD, CHIAPAS a 1 de enero de 2019.- La celebración de los 25 años del alzamiento zapatista tuvo un dejo desolador. No hubo una fiesta jubilosa, ni un discurso victorioso. El comandante insurgente Moisés, vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) arrancó el mensaje de aniversario con dos palabras: ¡Estamos solos!
“Así lo vemos, estamos solos, como hace 25 años. Salimos a despertar al pueblo de México y al mundo, solos. Y hoy 25 años, vemos que estamos solos (…) fuimos a despertar, fuimos a decirles a los pobres de México, del campo y la ciudad. Muchos no nos hicieron caso, algunos sí están organizándose y esperemos que sigan organizándose. Pero vemos que la mayoría no nos hicieron caso. Pero hicimos el trabajo y nos falta”.
Escucharon el discurso unos 5 mil indígenas encapuchados y uniformados de verde y café, integrantes de la fuerza militar del EZLN en la región, quienes –sin armas, igual que el 1 de enero de 1994, portaban solo simbólicos palos de madera, guiados por el silbato del Subcomandante Galeano, antes llamado Marcos– marcharon hasta llenar la plaza principal de la comunidad La Realidad, uno de los bastiones principales que tiene el grupo insurgente en la selva Lacandona. Atrás de ellos, otros miles de indígenas zapatistas vestidos de civil también estuvieron presentes.
La celebración se dio a puerta cerrada, literalmente. Un muro alto y una puerta negra de metal rodea el campamento del EZLN en La Realidad. Saliendo, a pocos metros, habitan indígenas no zapatistas, quienes en más de una ocasión han confrontado de manera violenta al grupo insurgente. En mayo de 2014 mataron a Galeano, un líder del EZLN de la localidad.
Aún en esta región de Chiapas, donde a lo largo de los 90 kilómetros que la separan de la cabecera municipal de Las Margaritas se observan letreros con la leyenda “ESTÁ USTEDE EN TERRITORIO ZAPATISTA. AQUÍ EL PUEBLO MANDA Y EL GOBIERNO OBEDECE”, con grandes letras rojas que atraviesan los caminos, los integrantes del EZLN viven en medio de un ambiente hostil; en comunidades divididas políticamente, donde algunos habitantes siguen viendo como una amenaza la forma de vida de los indígenas insurgentes.
La disciplina que conlleva ser parte del EZLN y el tener que rechazar cualquier recurso o proyecto que venga del gobierno mexicano no son actos bien recibidos por todos los pobladores de la zona, pese a que en los últimos 25 años, con recursos y esfuerzo propios, el EZLN ha construido clínicas, cooperativas, se han hecho de medios de transporte y hasta de grandes extensiones de tierra fértil que antes fueron fincas donde los indígenas trabajaban como peones acasillados, y que luego del alzamiento armado de 1994 arrancaron de manos de terratenientes, entre ellos del ex gobernador Absalón Castellanos, quien en Las Margaritas gobernaba su finca llamada “Momón”, como gobernó Chiapas entre 1982 y 1988, “con horca y cuchillo”.
Los zapatistas también recordaron este día a Absalón Castellanos y, en relación a su muerte ocurrida en mayo de 2017, el comandante Moisés dijo de él: “Por fin ya está en el infierno”.
“Si hemos logrado algo es por nuestro trabajo. Si tenemos error también es nuestra falla. Pero es nuestro trabajo. Algunos nos querían decir qué es lo que tenemos que hacer, y qué es lo que no tenemos que decir, cuando hablar, cuando no hablar. No les vamos a hacer caso, porque solamente el que se organiza lo sabe, lo ve, lo entiende (…) hay que hacer posible lo que es imposible. En la práctica se tiene que hacer, y lo estamos demostrando. El pueblo aquí es el que manda, tiene su propia política, tiene su propia ideología, su cultura. Van creando, van corrigiendo, van imaginando y se va a ir practicando. Aquí el mal gobierno no manda, mandan los hombres y las mujeres”, dijo.
El comandante indígena hablaba de grupos y organizaciones políticas que a lo largo de este cuarto de siglo han caminado algunos tramos de la lucha zapatista y luego se han alejado, con críticas a la organización.
“Todo lo que hemos construido lo tenemos cargado nosotros, hay algunos hermanos y hermanas solidarias que nos han ayudado, pero todo el peso lo hemos cargado nosotros, porque no es fácil enfrentar a esos partidos políticos, a esos malos gobiernos. Y hoy el que está actualmente, tramposo, mañoso. No es fácil enfrentar 25 años, aquí a miles de soldados protectores del capitalismo. No es fácil enfrentar a los paramilitares, no es fácil enfrentar a los chiquitos líderes que tienen comprados a todos los partidos políticos, hoy especialmente al que está en el poder, y al partido que está en el poder. Pero no le tenemos miedo”.
Mientras iba cayendo la noche del 31 de diciembre en esta región de la selva, ante la presencia de quienes integran la Comandancia General del EZLN en las diferentes regiones de Chiapas, los zapatistas repitieron en varias ocasiones “No le tenemos miedo”, en relación al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuya presencia pesó este día.
Durante los cinco días previos al aniversario zapatista, el EZLN sostuvo encuentro con integrantes del Consejo Nacional Indígena (CNI) y con quienes integran el Consejo Indígena de Gobierno, formado a raíz de la participación que tuvieron en las elecciones de julio de 2018.
Los resultados de la reunión no se han hecho públicos, pero a lo largo de su discurso del festejo del 25 aniversario, el Comandante Moisés hizo críticas abiertas a quienes han aceptado participar de los proyectos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. “Que lástima que le hacen caso a aquel que está ahí engañando al pueblo de México”, dijo el líder zapatista.
“Aquel que está en poder está engañando a los pueblos originarios, hincándose en la tierra como pidiéndole permiso. Aquí le decimos que no le creemos. Esa consulta que hacen (para construir el Tren Maya) es una burla y una humillación a los pueblos originarios”.
Para los zapatistas, estos proyectos semejan a los que impulsaron gobiernos anteriores, proyectos que dijeron, “nosotros los tumbamos con nuestra resistencia y rebeldía”, porque, consideran, son engañosos y provocan confrontación al interior de las comunidades, por hacerse de los recursos oficiales.
“Es lo mismo que está copiando (López Obrador) de los otros que pasaron, y que nosotros los tumbamos con nuestra resistencia y rebeldía. Como lo hicimos hace 25 años con el que se decía un hombre poderoso, Carlos Salinas de Gortari”.
Los zapatistas insistieron: “Vamos a defender lo que hemos construido. No les estamos pidiendo que agarren un arma. Lo que hemos hecho no lo ganamos con balazos y bombazos, es con resistencia y rebeldía (…) El cambio que queremos es que un día el pueblo, mujeres y hombres sean los que tengan que decidir cómo quieren su vida, no que un grupo decida la vida de millones de seres humanos. Lo decimos solo con estas palabras: el pueblo manda, y el gobierno obedece. Tenemos que luchar y organizarnos para eso. Por eso decimos ¡aquí estamos, somos el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y aquí seguiremos!”.
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