febrero 19, 2019
El plan del nuevo gobierno es reestructurar la Comisión Federal de Electricidad para que la empresa aumente su producción de energía. Pero el presidente López Obrador estaría privilegiando métodos contaminantes y no necesariamente más baratos
Texto: Ignacio de Alba y Daliri Oropeza*
Imagen: Daliri Oropeza
12 de febrero de 2019.- “La energía limpia es muy cara”, dijo este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina, al hablar de alternativas de producción de electricidad, sin embargo, científicos opinan lo contrario.
De acuerdo con especialistas del Programa de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), México está en un momento óptimo para aprovechar que el 100 por ciento del territorio se encuentra en la franja global de máxima exposición solar.
Lo anterior se combina con que China ha dado un impulso en la producción de páneles solares, desarrollo tecnológico que ha provocado que sea más accesible y barato adquirir estas tecnologías.
Según los cálculos de los investigadores, construir, operar y mantener una planta de energía solar de 584.6 megavatios por hora (mwh) a lo largo de 30 años costaría poco más 3 mil millones de dólares, mientras que operar y mantener una planta termoeléctrica de la misma capacidad por el mismo periodo costaría 5 mil 300 millones de dólares, sin contar el costo del mantenimiento de los gasoductos ni la dependencia de un combustible fósil importado.
Además, el precio de los combustibles que consumen las termoeléctricas depende de Estados Unidos y se obtienen principalmente a través de la fracturación hidráulica (o fracking), proceso que implica la emisión de 141 toneladas por hora de bióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que es uno de los causantes del cambio climático.
En Huexca, Morelos, la sustitución de una planta solar por la termoeléctrica de ciclo combinado evitaría desviar 7.7 mil millones de litros de agua al año, requeridos para la agricultura regional y exponer a la población al riesgo volcánico que implica ubicar una planta y gasoductos en zonas con mucha actividad geológica.
Por su parte, la red de investigadores del Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl publicaron una carta dirigida al presidente, donde aseguran que están en contra de la puesta en marcha del Proyecto Integral Morelos (PIM), pues de acuerdo con las investigaciones que han realizado, tanto sociales como medioambientales y técnicas, hay peligro para los tres estados implicados (Puebla, Tlaxcala y Morelos) y denunciaron que el megaproyecto «se fraguó en contra de la voluntad de los pueblos, se violaron leyes y normas ambientales y de protección civil y, en especial, se despreció y sigue minimizando el peligro volcánico», que pone riesgo a millones de personas. Consideran que la propuesta del presidente es insuficiente y»no hay consulta que palie estos enormes peligros.
El Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales advirtió de los riesgos por la actividad volcánica del Popocatepetl, ya que el gasoducto que alimentaría la termoeléctrica de Huexca rodea el volcán que está activo, y en trabajo de campo corroboraron que el gasoducto pasa más cerca del trazo original que anunciaron, “pero aún hay opacidad al respecto”, advirtió la investigadora Alejandra López, que lleva el análisis de este Centro que pertenece a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Los investigadores creen que el gobierno federal podría financiar, construir y operar estos proyectos a un menor costo económico y con menos impactos sociales y ambientales.
Hasta el momento el gobierno sólo contempla echar a andar los proyectos de generación de energía que están detenidos de administraciones anteriores, como las termoeléctricas y las 60 hidroeléctricas.
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*Este trabajo forma parte del proyecto Pie de Página, realizado por la Red de Periodistas de a Pie. Conoce más del proyecto aquí: http://www.piedepagina.mx