Durante el sexenio pasado, más de 200 trámites ambientales y de agua quedaron sin resolverse, lo que provocó la paralización de inversiones mineras por un monto cercano a los 6 mil 800 millones de dólares, de acuerdo con la Cámara Minera de México (Camimex).
En su Informe Anual 2025, publicado esta semana el organismo precisó que 116 trámites permanecen pendientes ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), mientras que otros 107 están detenidos en la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“Esta situación impacta directamente en la generación de 50 mil nuevos empleos, tanto directos como indirectos”, señala el documento.
Aunque la actual administración ha emitido resolutivos para desahogar algunos procedimientos, aún quedan 77 trámites por resolver ante Semarnat, mientras que no se reportan avances en los correspondientes a Conagua. La Camimex aclaró que el rezago tiene su origen en el Gobierno anterior.
A estos obstáculos se suma la reforma a la Ley Minera de 2023, que también generó retrasos y bloqueos en los procedimientos administrativos de la Dirección General de Minas, afectando la toma de decisiones estratégicas del sector.
“La falta de respuesta a diversos trámites no sólo paraliza la inversión, también pone en riesgo la continuidad de las operaciones”, advirtió la Cámara.
Entre los retos adicionales para el desarrollo de la industria minera en México, el informe enumera la inseguridad en zonas productivas, la alta carga fiscal, la incertidumbre jurídica y la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Es momento de consolidar un marco jurídico que dé certidumbre a la inversión, de acelerar la eficiencia regulatoria y de fortalecer las condiciones de seguridad”, señala el organismo empresarial.
Resultados moderados
Pese a las trabas, la industria minera invirtió 5 mil 63 millones de dólares en 2024, lo que representó un incremento de 2.1 por ciento anual, aunque por debajo de los 5 mil 131 millones proyectados por el Gobierno federal.
El crecimiento del sector fue de 1.3 por ciento anual, impulsado por el comportamiento favorable de los mercados internacionales y el repunte en los precios de metales clave.
La minería aportó 2.77 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, frente al 2.75 por ciento del año previo. En el PIB industrial, su participación pasó de 8.63 a 8.70 por ciento.
El sector cerró el año con 416 mil 663 empleos directos, con salarios en promedio 34 por ciento superiores al resto de la economía nacional.
Asimismo, la minería escaló al sexto lugar entre las principales fuentes de divisas del país. Los estados con mayor actividad –Sonora, Zacatecas, Durango, Chihuahua y Guerrero, reportaron un crecimiento promedio de 2.5 por ciento, por encima del 1.4 por ciento nacional.
México se mantuvo como líder mundial en producción de plata por 16 años consecutivos, además de ocupar el segundo lugar en fluorita, el séptimo en oro y plomo, consolidando su peso estratégico en los mercados globales de minerales.