Ante la reciente acusación del Gobierno de Estados Unidos contra CIBanco, Intercam y Vector por presunto lavado de dinero, los principales bancos del país han comenzado un proceso de depuración de sus carteras de clientes, con el objetivo de evitar vínculos con operaciones de riesgo.
La medida, conocida como de-risking, ha cobrado fuerza entre instituciones consideradas sistémicamente relevantes como BBVA, Banorte, Santander, Banamex, Scotiabank, Citi México, HSBC e Inbursa. De acuerdo con José Antonio Quesada Palacios, ex vicepresidente de Política Regulatoria de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), estas entidades están filtrando a sus clientes con base en evaluaciones de riesgo.
“El de-risking está pasando, sin duda. Lo he visto en por lo menos tres instituciones sistémicas y no dudo que eso alcance a otros jugadores de otro tamaño”, afirmó el también integrante del Consejo Directivo del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El movimiento cobra relevancia luego de que Estados Unidos designara a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que ha encendido las alarmas sobre posibles nexos financieros con grupos criminales.
Quesada Palacios precisó que algunos bancos están elevando sus estándares de prevención por encima de los exigidos por las leyes mexicanas, con mecanismos de monitoreo y conocimiento profundo de sus clientes. “Se está revisando a aquellos que pudieran representar un riesgo alto o medio para desactivarlos y limpiarlos de las carteras”, abundó.
Marcos Ramírez, director general de Grupo Financiero Banorte, confirmó que su institución implementó medidas de de-risking “desde las primeras horas” en que se conoció la acusación estadounidense. “No estamos haciendo operaciones nuevas con las tres entidades acusadas; sí estamos operando conforme a los lineamientos de las autoridades, pero bajando el volumen, por así decirlo”, explicó.
El reforzamiento de controles coincide con una mayor actividad de supervisión por parte de la CNBV, la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, con el propósito de salvaguardar la estabilidad del sistema financiero.
“En las últimas semanas ha habido mucha más actividad en el tema de revisar y filtrar clientes; algunos bancos están preocupados y haciendo su tarea para evitar que haya clientes opacos o vinculados con negocios de riesgo”, añadió Quesada