El Margen de Reserva Operativa del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) ha caído por debajo del umbral de seguridad establecido, alcanzando niveles de emergencia al ubicarse en menos del 6% de la capacidad de suministro, e incluso llegando hasta 3% en horas pico, advirtió Roberto Mercado, socio y director comercial de la consultora energética Epscon y quien fue consultado por medios nacionales.

Este nivel de reserva implica un riesgo elevado de interrupciones en el servicio eléctrico, es decir, apagones, sobre todo en momentos de alta demanda como los que se anticipan durante julio y agosto debido a la ola de calor, particularmente en regiones como Nuevo León y el norte del país.

Mercado explicó que, a pesar de que al inicio de 2024 el margen de reserva rondaba el 10%, su reducción obedece a diversos factores, entre ellos el estancamiento en la infraestructura de generación eléctrica, la falta de permisos para nuevos proyectos privados y la saturación en las líneas de transmisión operadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Desde junio de 2024, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) dejó de publicar oficialmente el margen de reserva operativa para evitar cuestionamientos, pero nuestros cálculos muestran que en marzo y mayo esta reserva cayó hasta 4% y en abril rondó el 5.5%”, señaló el especialista.

Frente a este panorama, el Cenace ha comenzado a emitir avisos a industrias con alto consumo energético para que restrinjan su operación en determinados horarios. El objetivo es evitar contingencias mayores y mantener, al menos, el 6% de reserva que garantiza la estabilidad del sistema ante imprevistos.

Otra alternativa de corto plazo que se ha puesto sobre la mesa es la reactivación del horario de verano, el cual podría ayudar a reducir el consumo de energía durante los picos de demanda, apuntó Mercado.

El especialista detalló que, si bien tradicionalmente el periodo de mayor consumo eléctrico abarca de mayo a agosto, este año se ha observado un comportamiento atípico: entre abril y junio, la demanda bajó en comparación con 2024. Sin embargo, esto no se debe a una menor necesidad energética, sino a las limitaciones operativas del sistema.

La falta de capacidad de generación disponible y las redes de distribución saturadas han obligado al Cenace y a la CFE a implementar medidas restrictivas que impactan directamente a los usuarios”, concluyó el especialista que fue entrevistado por el diario Reforma.

Las condiciones actuales evidencian un sistema eléctrico operando al límite, sin crecimiento en infraestructura durante el sexenio y con un futuro inmediato que dependerá, en gran medida, de decisiones emergentes para evitar afectaciones a millones de hogares y empresas en todo el país.