Por primera vez en su historia, Petróleos Mexicanos (Pemex) extendió su estrategia de coberturas financieras a la producción de gasolina, una medida que le generó un beneficio neto de 2.17 millones de dólares, equivalentes a poco más de 42 millones de pesos, durante el primer trimestre de 2025.

La operación se realizó mediante una cobertura financiera conocida como crack spread de gasolina, que mide la diferencia entre el precio del crudo y el de los productos refinados como la gasolina y el diésel, y permite proteger los márgenes de ganancia de la empresa estatal ante la volatilidad del mercado.

De acuerdo con los estados financieros de Pemex, la cobertura cubre 3.78 millones de barriles de gasolina para el periodo de marzo a junio de este año. La estrategia se ejecutó a través de swaps de tipo fijo a flotante con liquidación mensual, mecanismo que permitió asegurar precios más rentables para la refinación.

“El diferencial de precios entre gasolina y crudo quedó fijado en 25.34 dólares por barril, es decir, 8.64 dólares por encima del valor de referencia establecido en la Ley de Ingresos de la Federación, que es de 16.7 dólares por barril”, explica la empresa en su informe financiero.

Desde noviembre de 2020, con el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, los márgenes del crack spread se han mostrado significativamente más volátiles, lo que llevó a Pemex a explorar nuevas formas de blindaje financiero más allá de su tradicional cobertura de crudo.

Aunque Pemex ha implementado coberturas petroleras desde 2017 para mitigar los efectos de los mercados internacionales, esta es la primera vez que aplica una estrategia específica para gasolina. Para este año, las coberturas de crudo contratadas protegen cerca del 38% de su exposición total estimada, detalla el documento.

Analistas del sector energético ven con buenos ojos la decisión de Pemex, ya que refuerza su posición ante los riesgos del mercado global y demuestra una evolución en sus mecanismos de gestión financiera.