“Comemos o seguimos pagando rentas” es la disyuntiva que enfrentan cada vez más jóvenes en la Ciudad de México, ante el alza sostenida en los precios de alquiler y el fenómeno de gentrificación que está expulsando a familias de zonas céntricas hacia la periferia.
De acuerdo con datos de la plataforma Inmuebles24, en febrero de 2025 la renta promedio de un departamento de dos recámaras alcanzó los 19 mil 826 pesos, un incremento de 39.3% respecto a abril de 2018, cuando costaba 14 mil 228 pesos.
Este aumento no solo presiona el gasto mensual, sino que también impacta en el acceso a la propiedad. En alcaldías como Cuauhtémoc, Benito Juárez y Miguel Hidalgo, el porcentaje de propietarios no supera el 50.6%, mientras que en zonas más alejadas, como Milpa Alta, puede llegar al 77.4%.

Uno de cada 10 inmuebles desocupado
El Inventario Nacional de Vivienda 2020 del INEGI revela que en alcaldías céntricas como Benito Juárez, 11.9% de las viviendas están desocupadas, frente a 6.1% en Iztapalapa. Esta disparidad coincide con el encarecimiento de zonas estratégicas por su cercanía a centros laborales y de estudio.
Especialistas advierten que el problema no es nuevo, sino resultado de causas estructurales y de la ausencia histórica de políticas públicas efectivas para proteger a las personas inquilinas.
Organización ciudadana ante la gentrificación
Ante este panorama, colectivos como Sin Vivienda No Hay Bienestar y Comuna Hogar han surgido para denunciar el desplazamiento y asesorar jurídicamente a quienes enfrentan desalojos violentos o injustificados.
Las demandas de estos movimientos han motivado al Gobierno de la Ciudad de México a abrir foros para discutir su plan contra la gentrificación, el “Bando 1”, que propone regular el aumento de rentas y crear un Observatorio de Suelo y Vivienda.
Aunque el debate apenas comienza, organizaciones sociales recuerdan que la lucha por una ley inquilinaria se remonta a las décadas de 1980 y 1990, y que solo con acciones firmes se podrá frenar la expulsión de habitantes de sus barrios tradicionales.