Oculto tras un armario en un baño, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder del grupo criminal “Los Chapitos” e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, habría escapado por un túnel durante un operativo en su contra realizado en febrero en Culiacán, Sinaloa, reveló este lunes el diario The Wall Street Journal (WSJ).

Según el medio estadounidense, que cita a funcionarios mexicanos no identificados, el pasadizo subterráneo se extendía por tres cuadras hasta una vivienda deshabitada, lo que permitió al hijo del capo sinaloense evadir la captura de las fuerzas especiales mexicanas.

El operativo fue parte de una serie de cateos simultáneos realizados por el Gobierno federal en la capital sinaloense. En su momento, las autoridades aseguraron que los objetivos eran “El 200” y “El Güerito”, supuestos miembros de la facción criminal, y negaron que Guzmán Salazar fuera el blanco principal.

No obstante, versiones periodísticas difundidas por José Luis Montenegro señalaron que Iván Archivaldo logró burlar el cerco militar por un túnel, al más puro estilo de su padre, quien escapó dos veces de penales de alta seguridad a través de sistemas similares.

En el sitio cateado, el líder criminal habría abandonado al menos 15 teléfonos de prepago, computadoras y una habitación decorada con memorabilia deportiva, según las fuentes del WSJ.

Actualmente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca a su detención. Las autoridades estadounidenses lo señalan como cabecilla del Cártel de Sinaloa, con cargos por tráfico de fentanilo, lavado de dinero, posesión de armas de alto poder y otros delitos federales.

No es la primera vez que Archivaldo evade a las autoridades. En 2014, también en Culiacán, escapó de un operativo del Ejército en un restaurante. La historia parece repetirse.