Desde 2005, en los inicios del sexenio de Felipe Calderón y de la llamada guerra contra el narcotráfico, ingresan cada año a México entre 200 mil y hasta 873 mil armas de fuego ilegales procedentes de Estados Unidos, según el estudio Aporte del Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México a la discusión sobre las armas de fuego en México.

Hasta 2024, en el país se habían detectado aproximadamente tres millones 900 mil armas ilegales, de las cuales las autoridades federales sólo lograron incautar el 8.64% de éstas, es decir, alrededor de 337 mil. El resto permanece en circulación, en manos de civiles o de grupos del crimen organizado.

El informe de El Colegio de México también advierte que, desde 2004 -cuando en Estados Unidos se revocó la Prohibición Federal de Armas de Asalto y se promulgó la Ley de Protección de Comercio Legal de Armas-, el porcentaje de homicidios cometidos con armas de fuego en México se incrementó de manera significativa: pasó de cinco de cada 10 a siete de cada 10 muertes por disparo hasta el año pasado.

La disparidad entre las estimaciones oficiales se debe a la variedad de fuentes que analizan el tráfico de armas entre ambos países. Por ejemplo, la administración de Andrés Manuel López Obrador, a través de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, indicó que cada año ingresan cerca de 200 mil armas por la frontera norte. Sin embargo, en la primera demanda civil presentada contra fabricantes de armas en Estados Unidos se argumentó que la cifra real podría llegar hasta 873 mil unidades anuales.

Durante los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, El Colegio de México calculó que en el país circulaban más de 13 millones de armas ilegales. En 2019, el entonces secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, reconoció que el Gobierno mexicano no tenía cifras precisas sobre el volumen de armamento que entra al país, debido al alto flujo por la frontera con Estados Unidos.

“La frontera es muy porosa. Este tema es muy complejo y ha sido estudiado de muchas maneras. En México, la Ley de Control de Armas es federal y corresponde al Congreso regularla, pero en Estados Unidos no hay una ley federal equivalente; cada Estado regula de forma distinta. En Texas, por ejemplo, cualquier persona puede comprar un arma con facilidad. Aunque han intentado establecer controles, se evaden fácilmente. Hay mucho tráfico hormiga, y eso es imposible de controlar”, explicó Arturo Villarreal, académico de la Universidad de Guadalajara.

Siete de cada 10 asesinatos se cometen con arma de fuego

El sexenio de Andrés Manuel López Obrador, de 2018 a 2024, ha sido la administración presidencial más violenta desde que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) llevan registro de homicidios dolosos en el país. En los seis años de su Gobierno, se registraron 201 mil 142 asesinatos.

El año más sangriento de esta administración fue 2020, con 36 mil 773 homicidios dolosos. En contraste, en 2010, durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón, en el punto álgido de la llamada guerra contra el narcotráfico, se registraron 27 mil 757 asesinatos, cerca de 10 mil menos.

El Colegio de México (Colmex), en su estudio Aporte del Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México a la discusión sobre las armas de fuego en México, alertó que entre el 60 y 70% de los homicidios cometidos en las últimas dos décadas en el país fueron perpetrados con arma de fuego. Además, según datos del SESNSP, hasta noviembre de 2024 esa cifra era de 72.92%, la más alta en la historia.

Colmex estima que a México ingresan al menos 200 mil armas de fuego ilegales al año, con lo que, en los sexenios de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, habría en el país alrededor de tres millones 900 mil armas en manos de civiles. Desde 2005, las autoridades de los tres niveles de Gobierno sólo han recuperado 337 mil 067, es decir, 8.84% del total, mientras que de 2007 a 2020, ocho de cada 10 asesinatos estuvieron relacionados con el crimen organizado.

Tipos de armas que entran a México

Fusiles semiautomáticos (AR-15, Ruger 10/22 y algunos modelos del AK-47): Disparan un cartucho cada vez que se presiona el gatillo. Los más comunes son los AR-15, conocidos como el “arma nacional” de Estados Unidos, usados con frecuencia en tiroteos masivos. Su munición puede destruir órganos y huesos con un solo impacto. En México, el AK-47 -o “cuerno de chivo”- es más común. Algunos modelos permiten disparos continuos mientras se mantiene presionado el gatillo.

Fusiles Barrett calibre .50: Son armas militares, diseñadas para uso antiaéreo y defensa terrestre o marítima. Pueden disparar hasta 70 veces por minuto. Por el tamaño del casquillo y la masa de la bala, se consideran de las más letales.

Subametralladoras: Armas largas que disparan municiones de pistola de forma rápida. Son útiles en combates a corta distancia, donde se prioriza la cadencia sobre la precisión.

Pistolas ‘mata policías’: Llamadas así por su calibre 5.7×28 mm, capaz de perforar chalecos antibalas. Su diseño ligero y compacto las hizo populares durante la guerra contra el narcotráfico (2006-2012). Su munición es de uso exclusivo militar.

Es el tercer mercado criminal más predominante del mundo

La Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional (GI-TOC, por sus siglas en inglés), en su estudio Tráfico de armas y crimen organizado, Comercio mundial, impactos locales (2022), señala que el tráfico de armas es el tercer mercado criminal más importante del mundo y ha encontrado en América Latina un mercado lucrativo, especialmente tras la expiración en 2004 de la prohibición federal de armas de asalto en Estados Unidos.

El estudio explica que las armas se adquieren legalmente para luego ser desviadas a la ilegalidad, donde grupos criminales o insurgentes las compran. En Sudáfrica, personal de empresas de seguridad privada ha utilizado armas legales para actividades ilícitas. En 2020, 28 personas -entre policías y criminales- fueron detenidas con armamento adquirido legalmente.

En América del Norte, las armas se compran en establecimientos autorizados y pueden ser revendidas o llevadas a ferias donde no se exige licencia federal, lo que facilita su desvío a mercados ilícitos como Canadá, América Latina y el Caribe.

Se estima que siete de cada 10 armas en manos civiles en México provienen de Estados Unidos, ya sea por contrabando o compradores legales que sirven a grupos criminales. Pese a los esfuerzos fronterizos, solo se incauta cerca del 5% del arsenal que cruza hacia México.

Por ello, la Iniciativa Global llama a fortalecer la cooperación binacional y operativos conjuntos para frenar el tráfico ilegal.