Las elecciones del pasado 1 de junio en Durango y Veracruz no solo fueron una jornada electoral marcada por la baja participación ciudadana y episodios de violencia en municipios como Tuxtilla, Veracruz. También significó un fuerte reacomodo en el mapa político de dos entidades clave: Veracruz y Durango. Mientras Morena y sus aliados retroceden, Movimiento Ciudadano (MC) se alza como el partido con mayor crecimiento y se consolida como la segunda fuerza en Durango y la tercera en Veracruz y en ascenso… con miras a mucho más.
En Veracruz, el golpe fue contundente para la llamada Cuarta Transformación. Morena, en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), pasó de gobernar 69 municipios en 2021 a apenas 60 en 2025, de acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Pero la pérdida más significativa ocurrió cuando se analizan los triunfos en solitario: Morena, que hace tres años gobernaba 18 municipios por su cuenta, ahora apenas retiene 11.
Mientras tanto, Movimiento Ciudadano duplicó su número de ayuntamientos ganados en la entidad: de 18 pasó a 41, logrando imponerse en municipios estratégicos como Papantla, Poza Rica y Cazones de Herrera. La magnitud del avance es tal que MC rebasó al PRI y al PAN, y se posicionó como el segundo partido con más presidencias municipales ganadas, solo detrás de la alianza oficialista.
Durango cuenta una historia similar: Morena y sus aliados pasaron de 20 a solo 14 municipios ganados. En solitario, el partido guinda obtuvo apenas dos alcaldías, un dato preocupante para un partido que aspiraba a consolidar su hegemonía territorial.
Y de nuevo, el crecimiento lo capitalizó Movimiento Ciudadano, que no solo incrementó de uno a tres sus municipios gobernados, sino que se convirtió en el partido más votado de manera individual. En la región de La Laguna, bastión histórico del PRI, MC logró triunfos en San Luis del Cordero, Rodeo y Tlahualilo. Y aunque no ganó Durango capital ni Gómez Palacio, quedó en segundo lugar con una diferencia de apenas seis puntos y poco más de 4 mil votos, respectivamente.
El ocaso guinda
Más allá de la propaganda triunfalista por haber arrebatado el puerto de Veracruz al PAN, el panorama para Morena dista de ser alentador. En ambas entidades, el partido oficial no solo perdió territorio, también evidenció fracturas internas, desgaste electoral y una incapacidad para mantener la ventaja que había consolidado en años recientes.
En Veracruz, el PT, antiguo aliado del oficialismo, compitió por separado y logró hacerse de 28 municipios, un crecimiento inédito que revela el debilitamiento de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”. Y si bien el PVEM obtuvo más presidencias municipales que en 2021 (de 10 a 13), su peso específico no logra compensar la pérdida de Morena.
Además, la participación ciudadana se desplomó: de casi 60% en 2021 a menos del 50% este año. Menos votos, menos respaldo, menos municipios.

La sorpresa naranja
Si alguien salió fortalecido de este reacomodo, fue Movimiento Ciudadano. El partido que durante meses apostó a una candidatura presidencial en solitario, con Jorge Álvarez Máynez como abanderado, ahora tiene argumentos sólidos para presumir crecimiento real en territorio, votos y representación.
MC logró el mayor número de votos individuales en Durango, con más de 103 mil sufragios, muy por encima de Morena, PRI y PAN. En Veracruz, se convirtió en la fuerza que más alcaldías sumó, con 41, duplicando sus triunfos previos y consolidando su presencia en la zona norte del estado.
Mientras Morena comienza a pagar el costo de gobernar, y de prometer más de lo que cumple, Movimiento Ciudadano se perfila como un contendiente serio, con una narrativa de renovación y crecimiento territorial que ya no puede ser ignorada.
Aunque el oficialismo presume el triunfo en algunas capitales o municipios de peso simbólico, los datos duros muestran otra realidad: el retroceso guinda es innegable, y el avance naranja, imposible de esconder.
¿2027 empieza hoy?
Los resultados en Veracruz y Durango dibujan un escenario inédito para el futuro político inmediato. MC, sin alianzas, ganó más que partidos históricos y logró posicionarse como la opción emergente frente a un Morena que pierde fuerza y aliados por igual.
Si las elecciones intermedias suelen ser antesala de las batallas mayores, los comicios de este 2025 ya marcaron una tendencia: el desgaste del oficialismo es real, y el terreno que deja vacante no necesariamente lo ocupa la vieja oposición, sino una nueva fuerza que, de naranja, empieza a teñir el mapa.Movimiento Ciudadano ya no es el partido de “los jóvenes y las redes”. Es, al menos por ahora, el más beneficiado de la debacle morenista. Y eso, en tiempos de hegemonías tambaleantes, no es poca cosa.
