México atraviesa un repunte histórico de tos ferina con 881 casos confirmados y 50 muertes de bebés menores de un año, en lo que va del año, según reportes de la Secretaría de Salud. La mayoría de las víctimas no estaban vacunadas contra esta enfermedad prevenible, y el 91% de las defunciones corresponden a infantes con menos de seis meses de edad.

El brote, el más grave en al menos siete años, refleja una disminución sostenida en la cobertura de vacunación infantil durante el sexenio anterior. Entre 2018 y 2023, el número de dosis aplicadas de vacunas DPT y Pentavalente —las principales contra la tos ferina— cayó un 15%, al pasar de 6.2 millones a 5.2 millones de dosis.

De acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la semana 18, el incremento de casos representa un alza del 1,015% respecto al mismo periodo del año pasado, cuando apenas se reportaban 79 contagios. En 2024 no se habían registrado muertes por esta causa a estas alturas del año.

Especialistas como Alejandro Macías, Gustavo Rosales y Carlos Pantoja Meléndez coinciden: la baja cobertura de vacunación y la pérdida de inmunidad colectiva son factores determinantes. “Cuando se acumulan personas no inmunizadas, se rompe la barrera comunitaria y resurgen enfermedades prevenibles”, explicó Pantoja, académico de la UNAM.

Además del descenso en aplicación de vacunas, también se redujo la inversión pública. En 2021, el gasto en el programa de vacunación fue de 8.6 millones de pesos, pero para 2024 cayó a 4.7 millones. Y para 2025, el presupuesto aprobado representa un recorte del 68% respecto al año anterior, aún por debajo del gasto ejercido.

Las fallas institucionales también influyeron. En 2019, la Secretaría de Salud eliminó la Semana Nacional de Salud —una de las principales estrategias de inmunización masiva— y la reemplazó por Jornadas Nacionales de Salud Pública sin lineamientos claros ni campañas de difusión, lo que afectó el acceso y la cobertura.

En ese mismo año, más de medio millón de niñas y niños no recibieron la vacuna DPT, y entre 2019 y 2021 se dejó de vacunar a cerca de siete millones de infantes de cuatro años, según estimaciones de medios nacionales.

El secretario de Salud, David Kershenobich, anunció recientemente la reinstalación de las semanas nacionales de vacunación con el objetivo de recuperar la cobertura y prevenir brotes. La meta inmediata es alcanzar el 90% de inmunización, especialmente en grupos vulnerables.

Sin embargo, voces como la de Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), advierten que, sin una política pública contundente y recursos suficientes, el país seguirá expuesto a enfermedades que ya se consideraban bajo control.

“Ya no hay excusas”, sostuvo. “La vacunación infantil debe ser prioridad para garantizar el derecho a la salud de las niñas y los niños en México”.