En un llamado directo al sector financiero del país, la presidenta Claudia Sheinbaum urgió a los banqueros a abrir la llave del crédito y facilitar el financiamiento para millones de mexicanos, advirtiendo que la limitada inclusión financiera frena el crecimiento económico.
Durante su participación en la 88 Convención Bancaria, la mandataria subrayó que apenas el 33 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano se traduce en crédito, cifra muy por debajo de economías como Brasil (72%) o Italia (64%).
“Tenemos un problema y es el acceso al crédito… Si nosotros nos comparamos con Japón, con Estados Unidos, con Corea, con Francia, con Chile, con Brasil o con Alemania, Italia, Turquía, Perú, Colombia, el acceso al crédito de las y los mexicanos solamente alcanza el 33%”, reprochó Sheinbaum ante representantes del sector financiero.
La cifra, obtenida al cierre del cuarto trimestre de 2024, confirma el rezago del sistema bancario mexicano, que a pesar de registrar altos márgenes de ganancia en los últimos años —gracias al alza sostenida en las tasas de interés—, no ha logrado democratizar el acceso al financiamiento.
De hecho, México se encuentra entre los países con menor nivel de crédito bancario a hogares, empresas no financieras y al sector no privado en general, según datos del Banco Mundial. A nivel mundial, el país ocupa el segundo lugar con menor crédito otorgado al sector no financiero.
Ante este panorama, el gobierno federal y la Asociación de Bancos de México (ABM) firmaron un acuerdo para facilitar el acceso al crédito, con especial énfasis en las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que representan más del 95% de las unidades económicas del país y generan el 70% del empleo formal.
El acuerdo forma parte del llamado “Plan México”, la hoja de ruta económica del actual sexenio.
“Con el apoyo y colaboración del sector bancario, lograremos cumplir los objetivos del Plan México y avanzar hacia una economía más dinámica”, afirmó el secretario de Hacienda, Edgar Amador.
Entre las medidas acordadas figuran el impulso a la educación financiera, la simplificación de trámites regulatorios y el fortalecimiento de esquemas de garantía respaldados por la banca de desarrollo. La meta, precisó Amador, es que al menos el 30% de las mipymes tengan acceso a un crédito bancario para 2030.
La presión de Sheinbaum a los bancos ocurre en un momento en que el sector acumula ganancias históricas, mientras millones de mexicanos siguen fuera del circuito financiero formal.