Aunque aseguraban estar abiertos al diálogo y dispuestos a realizar un parlamento abierto para discutir la reforma al Poder Judicial de Jalisco, los partidos Morena y PAN avanzan en bloque con su propia iniciativa, sin incorporar propuestas ciudadanas ni realizar modificaciones de fondo.

El proyecto impulsado por ambas fuerzas políticas incluye mecanismos cuestionados, entre ellos el uso de una tómbola para seleccionar a los aspirantes a magistrados y jueces, así como un mayor control del Congreso sobre los comités de evaluación, lo que ha encendido alertas entre especialistas y organizaciones civiles.

La aprobación en comisiones ocurrió en apenas siete minutos, sin lectura previa del dictamen ni debate sustancial. Legisladores de Movimiento Ciudadano pidieron más tiempo para presentar un documento alternativo que integrara aportaciones de la academia y la sociedad civil, pero su solicitud fue rechazada.

El procedimiento exprés ha sido interpretado como una muestra de que Morena y PAN buscan acelerar la aprobación de la reforma sin deliberación pública, lo que para diversas voces políticas y sociales representa un intento de someter al Poder Judicial al control político y debilitar su independencia.

Aunque el proceso legislativo aún no concluye, la manera en que se ha conducido el debate deja entrever que ambas fuerzas están dispuestas a sostener su alianza, incluso a costa de los espacios de participación ciudadana que en un inicio prometieron abrir.