El caso de las Villas Panamericanas no solo expone uno de los fraudes más grandes cometidos contra el erario de Jalisco, sino que también revela una compleja red de relaciones políticas en la que aparecen Jaime Alberto Moreno Cardeña, Carlos Lomelí Bolaños y José María “Chema” Martínez.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía de Jalisco, Moreno fue el artífice de un entramado de empresas fachada a través del cual desvió recursos públicos del Fondo Jalisco de Fomento Empresarial (Fojal). Con apenas 50 millones de pesos invertidos, consiguió apropiarse de más de 250 departamentos del complejo habitacional conocido como Villas Panamericanas, con un valor estimado en más de mil 500 millones de pesos. La magnitud del fraude obligó al aseguramiento de 546 departamentos por parte de la autoridad ministerial.
Pero detrás de este caso financiero hay un trasfondo político que no puede soslayarse. Moreno no era un empresario aislado: mantenía vínculos cercanos con figuras clave de Morena en Jalisco. Entre ellas destaca Carlos Lomelí, actual senador de la República por Morena, quien se ha consolidado como uno de los liderazgos más visibles del partido en el estado. La relación entre Moreno y Lomelí le permitió insertarse en espacios de poder y tejer una red de influencia que trasciende lo empresarial.
Otra figura con la que Moreno aparece relacionado es Chema Martínez, hoy regidor en el Ayuntamiento de Guadalajara por Morena. Diversos testimonios señalan que Moreno aportó recursos para apoyar el arranque de su campaña a la alcaldía de Guadalajara, lo que confirmaría su papel como financista en proyectos políticos del partido en la capital del estado. Esta cercanía exhibe cómo el dinero del fraude al Fojal no solo se utilizó para la apropiación de bienes inmuebles, sino que también tuvo un destino político.
La triangulación de empresas que diseñó Moreno le permitió generar recursos de manera aparentemente legal, ocultando la ruta del dinero público. Sin embargo, el aseguramiento de la Villa Panamericana y las pesquisas actuales de la Fiscalía han destapado no solo el desfalco económico, sino la red de intereses que lo respaldaba.
Este episodio coloca a Jaime Moreno como un ejemplo de cómo el poder económico, los recursos públicos y las campañas políticas se entrelazaron en un mismo esquema. La Fiscalía continuará las indagatorias para determinar hasta dónde llegaron estas complicidades y cuál fue el alcance real del fraude.