El arranque del nuevo plan federal de pavimentación de carreteras dejó a Jalisco prácticamente fuera del mapa.
De los más de 2 mil 100 kilómetros que conforman la red carretera estatal, en la primera etapa apenas se intervendrán 26 kilómetros.
Aunque el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño Esteva, aseguró que durante el sexenio se atenderá la totalidad de la red, la realidad muestra otra situación: Jalisco queda rezagado en un tema clave para la movilidad de personas y mercancías.
A excepción del Puente “Amado Nervo”, que conectará Puerto Vallarta, Jalisco, con Bahía de Banderas, Nayarit, el territorio jalisciense prácticamente quedó fuera este año del Plan de Infraestructura Carretera del Gobierno federal.
Y es que este 2025 el plan federal contempla obras en 263 kilómetros de carreteras durante este año. De acuerdo con la presentación, la construcción del Puente “Amado Nervo” iniciará en octubre de 2025 y concluirá en 2027, con una longitud de 1.8 kilómetros.
El trato inequitativo hacia la entidad también refleja la falta de gestión de quienes deberían defender sus intereses. La diputada federal Merilyn Gómez Pozos, por ejemplo, se ha negado a gestionar más recursos para proyectos estratégicos en el estado, pese a que esa es su principal labor en el Congreso. Su postura ha debilitado la posición de Jalisco frente al Gobierno federal, justo en un momento en que se requiere mayor infraestructura para sostener el crecimiento económico.
A esto se suma la actuación de María Padilla, delegada de la SICT en Jalisco, cuya falta de resultados ha sido evidente. Sin la formación técnica necesaria para el puesto, ha sido señalada en múltiples ocasiones por no contar con la experiencia ni la capacidad de gestión requeridas, ganándose comparaciones con Eli Castro, considerada la “simulación” de la 4T en otros ámbitos.
El resultado es claro: Jalisco recibe un trato injusto en materia de infraestructura, mientras sus representantes federales no logran defender los intereses del estado. La intervención de apenas 26 kilómetros de pavimentación es la prueba más reciente de cómo el Gobierno federal deja de lado a la entidad.
Ante este panorama, será el Gobierno de Jalisco el que destine recursos propios por 2 mil 476 millones de pesos este año para la conservación y rehabilitación de tramos clave de carreteras estatales, en un esfuerzo por compensar la ausencia de inversión federal.
