En México, la desigualdad económica entre hombres y mujeres sigue marcada, incluso con la llegada de la primera Presidenta del país. Las cifras más recientes de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (Enigh) revelan que, sin importar edad, escolaridad o si tienen hijos, las mexicanas perciben en promedio un tercio menos de ingresos que los varones.
En 2024, los hombres registraron ingresos mensuales promedio de 12 mil 16 pesos, mientras que las mujeres obtuvieron 7 mil 904, una diferencia de 34.2%, menor a la brecha de 42.3% registrada hace una década. Por cada 100 pesos que ellos ganan, ellas reciben 66, además de asumir la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado.
La desigualdad crece con la edad, el nivel educativo y el número de hijos. En familias con cuatro hijos o más, la brecha salarial alcanza 54.1%. Incluso sin hijos, ellas ganan 8 mil 619 pesos al mes frente a 10 mil 616 de ellos, una diferencia de 18.8%.
Jornadas dobles y falta de un sistema de cuidados
Aunque desde el sexenio anterior se ha planteado un sistema nacional de cuidados para permitir que más mujeres accedan al trabajo remunerado, el proyecto no se ha concretado. En 2024, el gasto en el anexo presupuestal para promover la igualdad de género fue de 236 mil 598 millones de pesos, 14.4% menos de lo programado, según la Secretaría de Hacienda.
En la práctica, más mujeres que hombres combinan empleo y labores domésticas. La Enigh señala que 14.6% de las mujeres con trabajo remunerado también realizan tareas de cuidado, frente a 10.9% de los hombres, y dedican 78.8 horas semanales a estas actividades, contra 70 horas en el caso masculino.
El Inegi define el trabajo de cuidados como actividades que van desde preparar alimentos, dar de comer y administrar medicamentos, hasta acompañar a citas, supervisar tareas o realizar trámites.
Desventaja educativa y patrimonial
La brecha salarial persiste en todos los niveles educativos. Entre quienes tienen educación profesional, las mujeres ganan en promedio 13 mil 688 pesos, mientras los hombres obtienen 20 mil 635, una diferencia de 33.7%. Entre quienes solo cursaron primaria, la disparidad se amplía a 39.3%.
Además, los hogares encabezados por mujeres tienen menos acceso a servicios de salud y menor propiedad de vivienda, salvo en el grupo de 51 años y más. Su presencia es más alta en familias pequeñas y en los hogares más pobres, con ingresos de hasta tres salarios mínimos.