Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó recientemente que “prácticamente todas las entidades” del país han registrado una disminución en el número de homicidios, los datos oficiales contradicen esa narrativa: al menos siete estados han reportado aumentos en víctimas de asesinato durante los primeros cinco meses de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el caso más grave es el de Sinaloa, donde los homicidios dolosos crecieron 244.7% entre enero y mayo, al pasar de 199 víctimas en 2024 a 686 en 2025. Sólo en mayo se contabilizaron 165 asesinatos, la cifra más alta para ese mes desde 2017.

Expertos como los del centro de análisis México Evalúa atribuyen este repunte a la reconfiguración del crimen organizado en la entidad tras el traslado de Joaquín Guzmán López e Ismael “El Mayo” Zambada a Estados Unidos en 2024. Desde entonces, se ha intensificado la disputa entre facciones de los “Chapos” y los “Mayos”, con incursiones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, reconoció el incremento de la violencia: “Mayo y junio nos representa a nosotros un alza en homicidios. Para eso estamos trabajando”, declaró el 2 de julio.

Otras entidades con incrementos significativos son Baja California Sur (44%), Campeche (42.5%), Nayarit (42.3%), Guanajuato (17.9%), Tlaxcala (12.5%) y Tabasco (4.9%). En conjunto, estos estados contrastan con la disminución nacional del 13.3% reportada por el SESNSP, que registró 10 mil 767 víctimas de homicidio en el periodo enero-mayo de 2025, frente a las 12 mil 428 del mismo lapso en 2024.

En Guanajuato, a pesar del aumento en asesinatos, los gobiernos estatal y federal han destacado una supuesta baja en la violencia al comparar cifras mensuales, como febrero contra mayo, lo que expertos consideran una práctica engañosa. La entidad concentra el 13.3% del total de homicidios ocurridos este año.

En contraste, 23 estados sí han mostrado una baja en homicidios, entre ellos Chiapas, Zacatecas y Quintana Roo, que encabezan la lista de entidades con mayor reducción.

Organizaciones civiles advierten que las estadísticas oficiales deben analizarse en contextos comparables, como periodos anuales completos o mismos meses entre distintos años, y no con cortes arbitrarios que puedan distorsionar la realidad. Además, alertan sobre los riesgos de usar datos preliminares o fuentes distintas, como el INEGI, el Secretariado o los informes diarios de la SSPC, sin una metodología clara.