Pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum celebró el informe anual de la Agencia Internacional de Energía (AIE) como una “muy buena publicación sobre la refinería Dos Bocas”, el documento presenta un panorama adverso para la industria petrolera mexicana: México será el país con la mayor caída en la producción de crudo a nivel mundial hacia 2030.

Durante su conferencia del 23 de junio, Sheinbaum afirmó que “prácticamente se ha reducido significativamente la importación de combustibles”, en referencia a los esfuerzos por alcanzar la soberanía energética. 

No obstante, el informe Petróleo 2025: Análisis y pronóstico hasta 2030, citado en un ejercicio de verificación por El Sabueso de Animal Político, proyecta una reducción drástica en la producción nacional: 680 mil barriles menos por día frente a 2024, lo que implicaría una producción promedio de apenas 1.29 millones de barriles diarios para 2030.

Este descenso equivale a una disminución del 35% en la producción durante el sexenio de Sheinbaum y ubica a México por encima de países de la OPEP+, como Rusia o Arabia Saudita, en cuanto a retrocesos en el volumen de extracción.

A la par, el informe advierte que el país podría convertirse en importador neto de crudo, con compras estimadas de hasta 500 mil barriles diarios, una situación que contrastaría con el objetivo de autosuficiencia energética promovido desde la administración anterior.

Aunque se prevé que la demanda nacional de petróleo se mantenga estable en 1.7 millones de barriles diarios, la combinación entre declive productivo y limitada capacidad de refinación amenaza con acentuar la dependencia del exterior.

La Agencia también señala que Pemex enfrenta obstáculos estructurales para revertir la caída. Entre ellos, destaca la alta carga de deuda, las deudas impagadas a proveedores, y la dependencia de pocos campos en explotación: más de la mitad de la producción proviene de apenas siete de los 240 yacimientos activos. La falta de inversión en proyectos de aguas profundas ha limitado el crecimiento sostenido.

El número de plataformas petrolíferas activas también se ha desplomado: de 50 en octubre de 2024 a menos de 20 en los primeros meses de 2025, y solo cinco se han reincorporado tras pagos parciales a proveedores.

Respecto a la refinería Olmeca en Dos Bocas, el informe internacional estima que su plena operación, con capacidad para procesar 340 mil barriles diarios, podría alcanzarse hasta 2026. Sin embargo, en el trabajo de El Sabueso se advierte que la planta no ha logrado siquiera operar a los 170 mil barriles diarios, umbral que correspondería a la primera fase iniciada en 2024, según Pemex.

Pese a los anuncios del entonces director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, y del expresidente López Obrador sobre su funcionamiento a máxima capacidad desde agosto de 2024, los datos oficiales no respaldan esas afirmaciones. Si las previsiones de la AIE son correctas, la refinería acumula un retraso operativo de al menos 17 meses.

En resumen, el documento de la AIE contradice los mensajes optimistas emitidos por la presidencia sobre el futuro energético del país. Aunque reconoce avances puntuales en refinación, el organismo internacional pinta un escenario complejo: menos crudo, más importación y una creciente vulnerabilidad frente a los mercados internacionales.