El estado de Chiapas se colocó como la entidad con mayor número de casillas invalidadas durante el último proceso electoral, en el que se votó para elegir a los integrantes del Poder Judicial, luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) detectara múltiples irregularidades, entre ellas las llamadas “boletas planchadas” y una participación ciudadana atípica, superior al 50 % del listado nominal.

De las 2 mil 914 casillas instaladas en el estado, al menos 616 fueron anuladas, lo que equivale al 21.1 % del total, la proporción más alta en el país. En consecuencia, más de 1 millón 854 mil votos quedaron sin efecto, cifra que representa más de la mitad del total de sufragios anulados a nivel nacional.

Según los reportes del INE, se detectaron boletas planchadas, es decir, con el mismo patrón de marcado, lo que sugiere manipulación sistemática del voto, en 420 casillas ubicadas en los distritos de Palenque, Bochil, Ocosingo, Pichucalco, San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Tonalá, Comitán, Villaflores, Las Margaritas, Tapachula y Huehuetán.

Además, en otras 160 casillas de la entidad se registró una participación electoral superior al 50 % del listado nominal, un fenómeno que el INE considera estadísticamente improbable, dado el tiempo limitado que permanecieron abiertas. En 36 de estos centros de votación coincidieron ambas irregularidades.

A nivel nacional, el INE invalidó 3 millones 209 mil votos en 878 casillas seccionales, de las cuales 569 presentaron boletas planchadas, 328 registraron una participación inusualmente alta y en 12 casos se reportó una votación superior al 100 % del padrón.

Chiapas encabeza la lista de entidades con más irregularidades, seguida por Puebla, donde se anularon 225 mil votos. En el resto del país también se detectaron estas anomalías, aunque en menor proporción, en entidades como Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Veracruz, y la Ciudad de México.

Ante la magnitud del problema, la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, informó que se abrirán investigaciones en los distritos con patrones repetidos de irregularidad. No descartó la posible participación de personal interno, como capacitadores electorales, miembros de juntas distritales e incluso funcionarios de casilla, quienes podrían haberse coordinado para manipular la votación.

“Vamos a revisar cuidadosamente lo ocurrido en Chiapas y en otros puntos donde detectamos irregularidades sistemáticas. La legalidad y la confianza en los procesos electorales están en juego”, afirmó Taddei.

El caso de Chiapas será revisado por el Tribunal Electoral, que podría considerar la anulación total o parcial de los resultados en función de las casillas afectadas. Por ahora, la entidad se mantiene bajo la lupa por parte de las autoridades electorales y de observadores nacionales.