Los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) han desatado una guerra con tácticas terroristas: minas terrestres, morteros y granadas caseras. Según el último informe de Inteligencia de EE.UU., los ataques con explosivos improvisados (IEDs) contra fuerzas de seguridad aumentaron de 3 a casi 1,600 entre 2021 y 2024 –un incremento del 50,000%–.
La advertencia es contundente: «Operan como ISIS o Al Qaeda», señala el Annual Threat Assessment. El caso más reciente: 8 soldados murieron el 28 de mayo en Michoacán cuando su blindado pisó una mina. Con esto, suman 17 militares fallecidos por IEDs en 13 meses, según datos de la SEDENA.
Claves del peligro:
– Los IEDs usan materiales cotidianos, lo que dificulta su rastreo.
– Amenazan a civiles: «Pueden detonarse en zonas públicas», alerta la OTAN.
– Expertos exigen reconocerlos como terroristas: «El gobierno mexicano se resiste pese a las evidencias» (Miguel Ángel Godínez, analista castrense).
El informe refuerza el decreto de Donald Trump (2025) que declara a seis cárteles «organizaciones terroristas transnacionales».