Los cinco sentidos en una cata de whisky

Los cinco sentidos en una cata de whisky

julio 30, 2021

Redacción

Una cata de whisky, al igual que una de vino o cerveza, no necesariamente implica un conocimiento profundo de la bebida, pero sí un uso consciente de tus cinco sentidos.

En nuestro día a día estamos acostumbrados a probar los alimentos y bebidas, pero no necesariamente a apreciarlos por completo.

En una cata o maridaje es muy importante aprender a usar nuestros cinco sentidos al máximo para percibir cada detalle en el color, sabor y aroma de un licor o comida.

 

Cómo utilizar tus cinco sentidos en una cata de whisky

 

Para vivir una experiencia única en una cata de whisky, hay que poner a trabajar tus sentidos.

Lo primero es la vista. Levanta la copa o vaso a la altura de tus ojos y observa el líquido a través de la luz para que puedas apreciar su color.

Puede ser de un tono oro pálido, tener destellos dorados o satinados, incluso alcanzar una tonalidad cobre. Si agitas suavemente la copa, podrás distinguir el surco que deja en el cristal y conocer más la consistencia de su cuerpo.

Luego viene el turno de la nariz. Nuevamente mueve la copa para que el whisky gire y sopla ligeramente dentro de ella. Algunos expertos recomiendan inhalar el olor del whisky con la boca abierta para percibir olores más complejos y menos invadidos por el alcohol.

Intenta percibir el tipo de aroma: ¿es afrutado o seco? ¿Tiene notas de caramelo o vainilla? Las notas que puedes percibir en una cata de whisky son muchísimas.

Ahora el gusto. Toma un pequeño sorbo de la copa y déjalo descansar un momento en tu paladar. Al igual que hiciste con el olfato, pregúntate a qué sabores te recuerda, si sientes que es dulce o si tiene un dejo más amargo.

Por último, pero no menos importantes, están el tacto y el oído. Aunque estos sentidos suelen ser omitidos la mayoría de las veces, juegan un rol importante.

Al tocar la copa o degustar el whisky, puedes percibir su temperatura e inclusive si deja un ligero picor en tu boca.

El oído es el primer sentido que entra al catar el whisky, ya que al servirlo y escuchar el líquido verter preparas a tus demás sentidos para la vivencia. En una cata de whisky no hay respuestas incorrectas, así que siéntete libre de disfrutar la experiencia y de que tus sentidos te dicten las respuestas.