Cuando escuchamos la palabra machismo podemos relacionarla directamente a situaciones muy claras, golpes, humillaciones o recuerdos pocos gratos, sin embargo, todos los días de manera muy normalizada se utilizan los micro machismos, incluso, nosotros mismos los hemos usado, normalizado y convivido con ellos sin darnos cuenta del todo.

Muchas mujeres escuchamos el término “Date a respetar” porque eso “te daba a desear y es de señoritas bien hacerlo” era términos sorpresivamente utilizados por nuestras madres, abuelas o tías, y vaya que no se juzga, pues todos crecimos con diferentes paradigmas, repetimos lo que escuchamos y adoptamos las creencias de nuestro alrededor para poco apoco moldearlas a nuestra esencia, cuando comencé a buscar sobre los micromachismos, caí en cuanta que las mujeres los usábamos más de lo que imaginábamos, porque realmente crecimos con esos términos, no es hasta que llega un punto de tu vida que los escuchas y reflexionas, para dar paso al cuestionamiento ¿Qué acaso no merezco respeto solo por existir? ¿Qué es darme a respetar entonces? ¿Para qué quiero darme a desear y por qué me hace una señorita hacerlo? Entonces esos discursos que ahora vas comprendiendo te van pareciendo más extraños y caes en cuenta que entonces toda tu vida has coexistido con los micro machismos.

Justo vivimos este proceso de deconstrucción en el cual, todo aquello que no cuestionábamos del todo, ahora tienen otro sentido, donde le encontramos otra connotación y comenzamos a desaprender para volver aprender sin estigmas.

Y no, no es mal el no saber que muchas veces utilizamos frases de este tipo, pues hemos estado tan acostumbradas a ellas que las vemos normal, lo que si estaría realmente mal, es utilizarlos sabiendo que tienen detrás, conociendo que esto puede ser despectivo o que minimiza el respeto que meremos solo por ser habitantes de la tierra, entonces comenzar a identificarlo, clasificarlos y borrarlos de nuestro acervo, es algo que ayuda a ir un pasito adelante, de lo único que se busca en el día a día… Respeto a quien soy.

Los micro machismos han existido siempre, incluso desde antes de que tú y yo llegáramos a este mundo, azul para niño y rosa para niña ¿Por? Que suerte, tu pareja ayuda en tu casa, bueno, no es ayuda, es responsabilidad, una mujer no sabe nada si va a un taller mecánico, ¿Qué crees? Si no sabe, puede aprender porque ella también es dueña de un auto y le interesa lo que le pase y mi favorito “Luchas como niña” … ¿Has visto ya el poder que tienen las mujeres? Qué orgullo es luchar como una niña.

Nunca acabaríamos de mencionarlos, lo que, si es comenzar a cuestionarlos, reflexionarlos y en cada uno está modificarlos.

• Majo Gómez