Redacción

Desde hace un par de años, el acceso a la financiación se ha visto muy reducido debido a las alta exigencias por parte de las entidades que los ofrecen, en especial los bancos tradicionales. Como consecuencia, ha quedado una necesidad por parte de la población para adquirir este tipo de producto financiero.

Esta brecha se ha ido incrementando aún más en los países latinoamericanos, lo que genera una brecha financiera aún mayor en sus pobladores. Es una circunstancia que ha afectado al resto de Iberoamérica durante este tiempo, aunque surgió una alternativa para toda la región: los préstamos online.

Una nueva era de financiación

Wannacash es una de las varias empresas pioneras en el ámbito de la financiación por Internet cuya misión se centra en facilitar el acceso a la mayor cantidad posible de usuarios. El proceso de solicitud es rápido y simple, gracias a que los requisitos son bajos y todo se desarrolla vía web.

Los préstamos online son esta opción de financiación otorgada por entidades financieras diversas, y no entidades bancarias. Los importes son variados, aunque suelen mantenerse en montos relativamente bajos. También se devuelven en un corto período de tiempo, por lo que el compromiso es manejable para la mayoría de solicitantes.

Además de la falta que solucionan, los préstamos online están de moda por el alto nivel de digitalización que tenemos en la actualidad. Anteriormente, habría sonado descabellado llamar o conectarse a Internet para solicitar uno, en lugar de acudir a una oficina, pero ahora es una idea verosímil y con una amplia aceptación por ser tan práctico.

Por otro lado, la accesibilidad es otro de los puntos fuertes que tiene la financiación online. Los requisitos se limitan a ser mayor de edad, tener el DNI, y poseer una cuenta bancaria propia. Y esto es sin mencionar que existen opciones de financiación para personas en listas de morosos.

De esta manera, solicitar un préstamo no depende exclusivamente de tener una condición financiera ideal, sino de una serie de factores que casi cualquier persona mayor de edad cumple. Funciona mediante una serie de un sistema automatizado, o a través de prestamistas que evalúan caso por caso si se trata de un préstamo de gran magnitud.

El dinero se recibe tan fácilmente como se solicita, ya que tan solo hay que esperar unos minutos para recibirlo en la cuenta bancaria después de haber enviado la solicitud. Es un modelo casi ideal que solo ha ido en crecimiento desde que empezó a tomar fuerza, tanto por las tecnologías que hay por detrás como por la falta de opciones en los bancos.